A casi un año y medio del doble crimen de Raúl “el Chula” Guiñez y su pareja, Agostina Ivana Ríos, el hijo y único acusado, Martín Guiñez (30), confesó haber sido el autor de ambos asesinatos ocurridos en la localidad de General Roca, provincia de Río Negro. El imputado reconoció su culpabilidad durante una audiencia celebrada este miércoles, tras haber acordado un procedimiento abreviado parcial con el Ministerio Público Fiscal (MPF).
Luego de que el fiscal a cargo de la causa imputara a Guiñez por los delitos de “homicidio agravado por el vínculo y por el uso de arma de fuego mediando circunstancias extraordinarias de atenuación” en perjuicio de su padre, homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en el caso de Ríos, portación de arma de guerra no autorizada y robo simple en concurso real, el detenido admitió haber cometido todos los cargos que se formularon en su contra.
De la misma manera, la Fiscalía destacó que la causa contaba con un “abultado sustento probatorio que en estos meses de investigación logró reunir y que permitió concretar, con la conformidad de la familia de una las víctimas fatales, un acuerdo de procedimiento abreviado parcial con el imputado”. En este sentido, aclararon que la familia de Ríos se negó acortar el proceso, por lo que la pena por el homicidio de la joven se debatirá en otra audiencia diferenciada.
De acuerdo a la reconstrucción del caso, el principal sospechoso habría ingresado a un domicilio ubicado en la calle Carlos Gardel al 600, en General Roca, con la intención de asesinar a su padre. Consigo portaba una pistola calibre 9 mm que utilizó para disparar tres veces contra “el Chula” y luego contra Ríos. Ambos murieron en el acto producto de las lesiones sufridas.
Una vez cometidos los crímenes, Guiñez se dirigió a otro domicilio, en donde amenazó a un hombre para robarse un vehículo Renault Megane con el que huyó hacia la ciudad de Plottier y luego conduciría hasta llegar a la provincia de Buenos Aires. Según la información recopilada por LMNeuquén, durante su escape estuvo acompañado por una mujer identificada como “la Porteña”, quien lo ayudó a refugiarse en la casa de la madre de ella, en un asentamiento de Lomas de Zamora, donde fue finalmente detenido.
Por otro lado, “la Porteña” también estuvo bajo investigación luego de que surgiera la teoría de que el doble crimen habría sido desencadenado por una pelea que sostenía con “el Chula”. Además, la sospechosa contaba con un pedido de captura por otro delito que habría cometido previamente.
Por el momento, no se conoció cuál fue el motivo por el que Guiñez asesinó a su padre y a la pareja de este. No obstante, los investigadores plantearon que el móvil del crimen podría estar relacionado con las causas por narcotráfico por las que había sido condenado. Asimismo, destacaron que el acusado contaba con un historial de consumo problemático.
De hecho, la defensa de Guiñez había solicitado que sea trasladado a un centro de rehabilitación para tratar su condición y porque no recibía la medicación psiquiátrica que necesitaba. Incluso, su abogado intentó establecer que el joven no comprendía la criminalidad de los actos que había cometido, para lograr que fuera declarado inimputable.
“Mi cliente interpretó que el padre lo quería matar a él. Esto se denomina ‘conclusiones abstractas’ y generó un detonante a la hora de los hechos”, argumentó el letrado, según las declaraciones recopiladas por La Unión. Finalmente, las solicitudes fueron desestimadas y derivaron en la posterior confesión. Ahora, se espera que el autor del doble crimen sea sentenciado a una condena perpetua.