Cada 8 de marzo, miles de mujeres en México salen a las calles para exigir justicia, equidad y el fin de la violencia de género. En ese sentido, el Día Internacional de la Mujer no es una celebración, sino una jornada de protesta y reflexión sobre los derechos que aún faltan por garantizar al género femenino y la violencia que persiste en la sociedad hacia ellas.
¿Por qué se conmemora esta fecha especial en México?
Actualmente, el país enfrenta una crisis de violencia de género. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2023 se registraron más de 800 feminicidios y miles de denuncias por violencia contra mujeres. Además, la brecha salarial, el acoso en espacios públicos y la falta de acceso a oportunidades siguen siendo barreras para permitir la igualdad de género.
Por ello, cada 8M es una fecha clave para visibilizar estas problemáticas. Colectivos feministas, organizaciones civiles y activistas convocan marchas y actividades en diversas ciudades del país. En la Ciudad de México, la marcha principal partirá del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino, mientras que en otras entidades de la República Méxicana también se organizan concentraciones y protestas.
Dicho eso, ¿qué podemos hacer los hombres en el 8M?
El papel de los hombres en esta fecha ha sido tema de debate. Si bien la jornada es encabezada por mujeres, los hombres pueden contribuir de diversas formas sin protagonizar o protagonizar la lucha. Algunas recomendaciones incluyen:
- Informarse sobre igualdad de género
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- Participar en talleres, cursos y foros que aborden la perspectiva de género. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través de su Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), ofrece recursos y actividades orientadas a la sensibilización en este tema.
- Apoyar iniciativas feminista
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- Si bien no se trata de opinar u opacar los movimientos de mujeres, también se pueden investigar iniciativas propias del feminismo que buscan involucrar a los hombres en la promoción de la igualdad de género.
- Reflexionar sobre privilegios masculinos
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- Analizar las ventajas inherentes a los varones en diversos contextos y cómo estas pueden perpetuar desigualdades. Reconocer estos privilegios es el primer paso para fomentar un cambio significativo.
- Promover espacios laborales inclusivos
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- Impulsar políticas de igualdad de oportunidades en el ámbito laboral, asegurando que las mujeres tengan acceso a puestos de liderazgo y decisión. Según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en 2024, las mujeres ocupaban el 40% de los cargos directivos en empresas medianas, aunque persisten desigualdades en roles como el de consejera delegada.
- Compartir responsabilidades domésticas y de cuidado
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- Asumir equitativamente las tareas del hogar y el cuidado de familiares. Igualmente, reconocer que estas labores no deben recaer exclusivamente en las mujeres. Esta corresponsabilidad es fundamental para avanzar hacia una sociedad más justa.
- Denunciar y confrontar actitudes machistas
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- No ser cómplice de comportamientos sexistas o misóginos. Es vital señalar y corregir estas actitudes en entornos sociales, laborales y familiares.
- Fomentar la educación con perspectiva de género
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- Apoyar programas educativos que integren la igualdad de género desde temprana edad, bajo la promoción del respeto y la equidad entre niñas, niños y adolescentes.
- Participar en actividades del 8M con respeto
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- Si decides asistir a marchas o eventos del 8 de marzo, hacerlo desde una posición de apoyo y respetar los espacios designados para mujeres y siguiendo las indicaciones de los colectivos organizadores.
- Promover la representación femenina en todos los ámbitos
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- Impulsar la presencia de mujeres en espacios políticos, académicos y culturales. Olga Cantillo, primera presidenta de la Bolsa Latinoamericana de Valores, destaca que las cuotas de género son herramientas efectivas para acelerar la inclusión de mujeres en puestos de decisión.
- Comprometerse a un cambio personal continuo
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- Reconocer que la deconstrucción de actitudes machistas es un proceso constante que requiere autocrítica y disposición al aprendizaje.
Al adoptar estas acciones, los hombres pueden desempeñar un papel activo y positivo en la construcción de una sociedad más equitativa, al tiempo que se honra el significado profundo del Día Internacional de la Mujer.