Cusco, uno de los destinos más emblemáticos del Perú, se alista para recibir a miles de visitantes durante las festividades de Navidad y Año Nuevo. La Municipalidad Provincial estima que cerca de 10 mil personas se concentrarán en la Plaza Mayor durante ambas noches, lo que ha llevado a implementar estrictas medidas de seguridad y horarios de permanencia, según informó Teofanes Rivera, subgerente de Seguridad Ciudadana.
Tras los disturbios ocurridos en años anteriores, las autoridades han decidido limitar el acceso a la Plaza hasta la 1:00 a.m. Los festejos que tradicionalmente se extienden hasta altas horas de la madrugada estarán bajo mayor supervisión para prevenir excesos como el consumo de bebidas alcohólicas y el comercio informal en el centro histórico.
Nuevas reglas para las celebraciones públicas
De acuerdo con Rivera, la decisión busca evitar alteraciones del orden público y garantizar la seguridad de los asistentes. “Pedimos a la población que después de la 1:00 a. m. en Nochebuena y Año Nuevo abandonen la Plaza de Armas. Está prohibido el comercio informal y el consumo de bebidas alcohólicas”, señaló el funcionario, enfatizando que la medida es clave para preservar el carácter festivo y seguro del evento.
Para reforzar esta política, agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) y serenos municipales resguardarán la Plaza Mayor durante las noches del 24 y 31 de diciembre. Los efectivos del orden solicitarán a las personas que se retiren de la zona una vez cumplido el horario establecido, asegurándose de que la transición sea pacífica.
Discotecas ilegales y anillos de seguridad
Otro aspecto que preocupa a las autoridades son las discotecas clandestinas ubicadas a pocos metros de la Plaza Mayor, frecuentadas tanto por turistas como por residentes locales. Estos establecimientos suelen operar sin las autorizaciones necesarias y son un foco de ingreso descontrolado de bebidas alcohólicas.
Ante este escenario, la Municipalidad de Cusco ha anunciado que implementará anillos de seguridad en las calles del centro histórico. Los controles incluirán la revisión de documentos de identidad y la inspección de personas que intenten introducir alcohol a estos locales no autorizados.
A punto de perder su calidad patrimonial
En el centro histórico de Cusco, un área reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, se observa un creciente desorden que amenaza su prestigioso estatus. Este lugar, antaño símbolo de la grandeza incaica y colonial, se encuentra sumido en una problemática que preocupa a residentes, turistas y autoridades locales.
El panorama negativo ha sido detalladamente documentado por un informe de Cuarto Poder, que recoge las voces de los habitantes, quienes lamentan las condiciones actuales. Manuel Amat, un residente local, expresó su indignación al describir cómo las calles, antes motivo de orgullo, ahora son víctimas del deterioro, con basura y vandalismo visibles diariamente.
Uno de los problemas más graves se presenta durante las noches, con la proliferación de discotecas clandestinas disfrazadas de restaurantes en el centro histórico. Estas operan sin las licencias pertinentes, vendiendo alcohol y perturbando la paz del área.
Juvenil Zereceda, gerente de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Cusco, explicó que las actividades ilegales continúan debido a amparos legales concedidos por el Poder Judicial, lo que impide efectivamente el cierre de estos negocios. Según Zereceda, los permisos judiciales contradicen los esfuerzos municipales por preservar la tranquilidad y el valor cultural del centro histórico, permitiendo que estos establecimientos sigan operando a pesar de las clausuras.