Como parte de la ceremonia de inauguración presidencial, en la fecha establecida por la ley, miembros del Comité Conjunto del Congreso para Ceremonias Inaugurales se dirigen a la Casa Blanca para acompañar al presidente y vicepresidente electos, junto a sus cónyuges, al Capitolio. Así se completa una tradición que lleva casi 200 años de historia.
Tras una breve reunión, el presidente saliente y el presidente electo se trasladan juntos al Capitolio, en una tradición establecida en 1837. En esta procesión también participan familiares, miembros del gabinete y otros funcionarios.
Justo antes del juramento presidencial, el vicepresidente electo recita su propio juramento en la plataforma inaugural del Capitolio. A diferencia del presidente, la Constitución no especifica un formato exacto para el juramento del vicepresidente, sino que simplemente requiere que jure defender la Constitución.
El paso a paso de la inauguración presidencial en EE.UU.
Este año, el evento es dirigido por la senadora demócrata de Minnesota Amy Klobuchar, el comité supervisa ocho eventos el día de la inauguración:
- La procesión al Capitolio
- Ceremonia de juramentación del vicepresidente
- Ceremonia de juramentación del presidente Donald Trump
- El discurso inaugural de Trump
- Despedida honoraria del presidente y vicepresidente salientes
- La ceremonia de firma, durante la cual el nuevo presidente firma nominaciones, memorandos, proclamaciones u órdenes ejecutivas
- El almuerzo inaugural
- Pase de revista, durante el cual el presidente y el vicepresidente pasan revista a las tropas militares antes de liderar el desfile por la Avenida Pensilvania hasta la Casa Blanca.
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El Día de la Inauguración Presidencial se celebra cada cuatro años, tras los comicios que definen al nuevo primer mandatario. La fecha establecida es el 20 de enero, aunque si cae en domingo se pospone hasta el 21 de enero. En 2025, caerá en miércoles, por lo que no habrá necesidad de mover la fecha.
La ceremonia inaugural, con más de dos siglos de historia, sigue siendo un acto cargado de simbolismo patriótico. La Constitución establece que el Presidente debe ser elegido por un colegio electoral y jura asumir el cargo con un juramento específico. George Washington fue el primer presidente en ser inaugurado en 1789 en Nueva York.
Desde Washington, cada presidente brindó un discurso inaugural. Al principio, los mandatarios solían leerlo antes del juramento, pero ahora los roles se invirtieron.
Después de la ceremonia de juramento, el presidente saliente y su esposa abandonan el Capitolio. Hasta el siglo XX, el presidente saliente acompañaba al nuevo mandatario en su camino de regreso al Capitolio o la Casa Blanca.
Una ceremonia cargada de simbolismo e historia
Desde 1977, los expresidentes y sus esposas abandonan el Capitolio en helicóptero. La nueva administración regresa al Capitolio para el almuerzo inaugural organizado por el Comité Conjunto del Congreso para Ceremonias de Inauguración.
Después del discurso inaugural, el presidente es llevado al Salón de las Estatuas en el Capitolio para el almuerzo inaugural, organizado por el Comité Conjunto del Congreso para Ceremonias de Inauguración. La tradición actual comenzó en 1953 con Eisenhower y su esposa, junto a otros invitados.
Hasta mediados del siglo XX, los mandatarios iban a la Casa Blanca para un almuerzo ofrecido por el jefe de Estado saliente. Sin embargo, a medida que el desfile inaugural se hizo más largo, en 1897, el Senado sugirió que el presidente comiera en el Capitolio para comenzar el desfile más temprano. Actualmente, el almuerzo tiene un menú que refleja los estados de origen del presidente y vicepresidente, y el tema de la inauguración.
Tras el almuerzo inaugural, el presidente y vicepresidente salen del Capitolio para revisar las tropas y encabezar la procesión de grupos militares, bandas y carrozas por la Avenida Pensilvania hacia la Casa Blanca. Desde el primer desfile inaugural en 1789, esta tradición ha evolucionado para incluir una variedad de participantes.