En Estados Unidos, el Día de Acción de Gracias, conocido popularmente como el “Día del Pavo”, tiene lugar cada cuarto jueves de noviembre. En 2024, la fecha será el 28 de noviembre. Este feriado nacional es una de las tradiciones más emblemáticas del país, ya que marca el inicio de la temporada festiva y es una oportunidad para las reuniones familiares y la reflexión sobre la gratitud.
Esta tradición tiene sus raíces en el otoño de 1621, cuando los colonos ingleses en la colonia de Plymouth, Massachusetts, celebraron su primera cosecha exitosa. Según el sitio oficial del Gobierno de Estados Unidos, tras un año difícil en el que solo la mitad de los colonos que llegaron en el barco Mayflower sobrevivieron al crudo invierno, el apoyo de los nativos Wampanoag resultó clave para aprender a cultivar la tierra.
En agradecimiento, los colonos organizaron un festín que compartieron durante tres días con los nativos, sirviendo pavo, calabazas y otros alimentos locales. Y, aunque esa primera celebración fue significativa, no se repitió regularmente hasta mucho tiempo después.
En 1789, George Washington proclamó por primera vez el Día de Acción de Gracias como una festividad nacional, sin embargo, su celebración no era uniforme en todo el país. Fue el presidente Abraham Lincoln, en plena Guerra Civil, quien en 1863 estableció el último jueves de noviembre como el Día Nacional de Acción de Gracias. Finalmente, en 1941, el Congreso de los Estados Unidos decretó oficialmente el cuarto jueves de noviembre como feriado legal.
¿Por qué se come pavo asado?
El pavo se convirtió en el plato emblemático del Día de Acción de Gracias por razones prácticas. En la época de los primeros colonos, de acuerdo con National Geographic, era más sencillo sacrificar un ave que una vaca o un cerdo, ya que las aves eran más económicas de criar y se reproducían más rápido. Además, el pavo ofrecía más carne que otras aves, como gallinas o patos, lo que lo hacía ideal para alimentar a un gran número de personas.
Actualmente, el Día de Acción de Gracias es uno de los feriados más importantes y simbólicos en Estados Unidos. Más allá de su origen histórico, la festividad se convirtió en una fecha idónea para reunirse con seres queridos, compartir una cena especial y expresar gratitud. El pavo asado, acompañado de puré de papas, salsa de arándanos y pastel de calabaza, es el plato central de la celebración.
Una fecha para celebrar en comunidad
Además de la cena familiar, otras tradiciones incluyen ver los desfiles temáticos, como el famoso Thanksgiving Parade de Macy’s en Nueva York.
El Día de Acción de Gracias también afecta las operaciones cotidianas del país. Al tratarse de un feriado federal, la mayoría de las oficinas gubernamentales, bancos y muchas empresas privadas permanecen cerradas. Asimismo, la festividad genera uno de los mayores movimientos de viajeros en el año, ya que muchas personas se desplazan para celebrar con sus familias.
Así, el Día del Pavo marca una fecha histórica y un momento profundamente significativo para los estadounidenses. Desde sus raíces en Plymouth hasta las modernas cenas familiares, esta celebración sigue siendo una expresión de gratitud y unión.