En este 2025, la industria aeroportuaria estadounidense enfrentará un año decisivo con proyectos de modernización y ampliación que superan los USD 1.000 millones. Impulsados por la creciente demanda de instalaciones más modernas y el apoyo financiero del “Infrastructure Investment and Jobs Act” (IIJA), estos proyectos prometen transformar la experiencia de los pasajeros, incrementar la capacidad operativa y fomentar la sostenibilidad en algunos de los aeropuertos más transitados del país.
Proyectos que redefinirán la infraestructura aeroportuaria
John Glenn International Airport (Columbus, Ohio): una transformación total
El aeropuerto John Glenn International en Columbus se embarca en un ambicioso proyecto de USD 2 mil millones que incluye la construcción de una nueva terminal de 92.900 m² y un estacionamiento para 5.000 vehículos. Esta terminal, diseñada para atender a más de 13 millones de pasajeros anuales, contará con siete puertas adicionales y cinco componentes clave: un puente peatonal, una marquesina de entrada, una casa principal, un mercado y entradas este y oeste.
El proyecto, liderado por la empresa constructora Hensel Phelps, comenzó a finales de 2023, adelantándose al cronograma original, y se prevé que finalice en 2029. Una vez completado, la antigua terminal será demolida.
Pittsburgh International Airport: sostenibilidad y diseño bioclimático
Con un costo de USD 1,57 mil millones, el aeropuerto de Pittsburgh avanza en su proyecto de modernización con un terminal que integrará todas las operaciones bajo un mismo techo, acompañado de un nuevo sistema vial y un estacionamiento multinivel. La construcción, a cargo de la empresa Mascaro, emplea innovaciones arquitectónicas y materiales sostenibles, como columnas en forma de árbol y un techo inspirado en las colinas locales.
Además, el proyecto busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% para 2028 mediante el uso de madera local y acristalamientos energéticamente eficientes. Actualmente, los trabajos se concentran en el interior del edificio, luego de completar el cierre exterior.
Tampa International Airport: nueva capacidad para una región en expansión
Tampa International inaugura su primera terminal nueva en casi 20 años. Este proyecto de USD 1,5 mil millones contempla una terminal Airside D con 16 puertas, destinada a procesar vuelos internacionales. Con una fecha de finalización para 2028, el diseño incluye espacios comerciales, áreas de procesamiento de pasajeros y salones para aerolíneas. El objetivo es acomodar un crecimiento regional que proyecta 35 millones de pasajeros anuales para 2037.
La apuesta por la sostenibilidad y la expansión
Nashville y Sacramento: modernización a gran escala
El plan “New Horizons” del aeropuerto de Nashville, con un presupuesto de USD 1,5 mil millones, incluye la ampliación de dos entradas, mejoras en el sistema de manejo de equipajes y modernización de carreteras. Esta transformación permitirá atender a la creciente demanda de pasajeros, con un enfoque en optimizar la infraestructura existente para 2028.
Por su parte, el aeropuerto de Sacramento ha iniciado obras de USD 1,3 mil millones que incluyen una pasarela peatonal con arte público y un estacionamiento con más de 5.500 espacios y cargadores para vehículos eléctricos. Estas mejoras se extenderán hasta 2026.
Newark Liberty International Airport: un replanteamiento integral
El aeropuerto Newark Liberty, con 97 años de historia, está en proceso de planificación para reemplazar su terminal B, mejorar la terminal C y renovar su red de carreteras y vías de rodaje. Aunque los costos finales están por determinarse, el proyecto ha recibido USD 55 millones para diseños preliminares. Este ambicioso plan busca modernizar las instalaciones actuales y sentar las bases para un futuro crecimiento sostenible.
Implicaciones para el futuro de los aeropuertos
El impacto de estos megaproyectos no se limita a la mejora inmediata de la infraestructura, sino que también plantea desafíos y oportunidades a largo plazo. Por un lado, la inversión en tecnologías sostenibles y en capacidad adicional permitirá a estos aeropuertos adaptarse al crecimiento del tráfico aéreo y a las demandas de pasajeros conscientes del medio ambiente. Por otro lado, la escala y complejidad de estas iniciativas implican riesgos financieros y logísticos importantes.
Con cada nueva terminal, puente o estación de carga eléctrica, los aeropuertos estadounidenses avanzan hacia un futuro más eficiente y sostenible, marcando un punto de inflexión en cómo se conciben y gestionan estas infraestructuras vitales.