Al igual que los seres humanos, los perros también sufren de ansiedad. Es una afección que, antes de manifestarse por completo, envía señales claras de que algo no anda bien. En ese caso, las personas deben ser conscientes de sus comportamientos frente a estos animales, ya que también son sensibles y podrían ver su salud mental afectada.
El vínculo entre las personas y los perros se construyó hace miles de años y en ese proceso los animales aprendieron ciertos gestos y modos de comunicación no verbal para comprender al humano. Sin embargo, a pesar de la domesticación, estas mascotas aún preservan instintos de supervivencia que no se amoldaron al ritmo de vida actual.
Una investigación llevada a cabo en 1998 sobre la relación entre sujetos y caninos, que se citó en un artículo de la revista Science Direct, evidenció la conducta casi inconsciente que tiente un individuo al dirigirse al animal: lo hace como si se tratase de un par y eso es un error, ya que el tipo de interacción modifica las percepciones y modos de comportarse dentro y fuera del hogar, haciendo que el perro no tenga claro el rol que ocupa.
Por lo tanto, en estos últimos 20 años los veterinarios y expertos en adiestramiento canino estudiaron aquellos gestos y formas de trato entre los humanos y los perros, con el fin de entender qué les produce ansiedad, una de las manifestaciones de estrés más comunes en esta especie.
Desde Preventive Vet, se desarrolló una guía para aquellos que poseen mascotas en su casa y destacó los hábitos que deberías modificar si es que pretendés ofrecer una mejor calidad de vida al animal. Y eso comprende también a la salud mental.
Como puntos principales, se indicaron que los saludos y la manera de dirigirnos con la mirada fija a sus ojos puede desencadenar una respuesta negativa, como por ejemplo, una mordedura. Hay algunos que son tímidos y les cuesta entrar en confianza; además, ciertos movimientos con las manos y el cuerpo en general los ponen nerviosos. No siempre saben cómo responder y por ende, tienden a recurrir a la autodefensa.
Qué conductas generan ansiedad en mi perro y cómo pueden modificarse
- El saludo es uno de los principales hábitos que generan ansiedad en los perros. Ya sea como bienvenida o como despedida, el animal no comprende qué ocurre. Si el dueño se va de su casa y antes de hacerlo lo abraza, juega con él y no se aparta de su lado, causará un efecto de abandono. Del mismo modo que cuando se llega al hogar. Es imprescindible darle poca atención hasta que las horas transcurran, para que nuevamente se amolde al espacio compartido.
- Otra acción que provoca ansiedad en tu mascota es que pase demasiado tiempo sin hacer ejercicio. Si vive en un departamento, lo mejor es que establezcas horas específicas para sacarlo a pasear y que gaste energías. De modo contrario, el nivel de hiperactividad acumulada podría causarle un efecto contrario en su salud.
- Evitá mirarlo fijo a los ojos. Dicha conducta les parece desafiante y temeraria, por lo cual, es mejor dirigirte a su rostro en general.
- Es preferible que no abuses de las caricias, a pesar de que amen esta acción, un exceso puede hacerles sentir incómodos y hasta privados de su libertad.
- Cada vez que te acerques a tu perro, hacelo al mismo nivel que él. Es común que los humanos permanezcan parados, pero este hábito les genera nervios, ya que se sienten menos.
- No le des abrazos. Antes de aplicar este gesto, reconocé cómo es su comportamiento. Si acerca su cuerpo a vos, quiere decir que está encantado, pero si se lame los labios, bosteza o se quiere alejar, es señal de intranquilidad.