Alcanzar y mantener un peso saludable no se trata solo de dietas y ejercicio; el descanso también juega un papel fundamental. De hecho, el horario en el que te acostás podría tener un impacto significativo en tu capacidad para adelgazar y mejorar tu calidad de vida. La ciencia tiene algo que decir al respecto.

Dormir es mucho más que una necesidad básica, es el momento en que el cuerpo repara, se regula y se prepara para un nuevo día. Por eso, no dormir lo suficiente o tener un sueño de mala calidad puede impactar negativamente en diferentes aspectos de la salud, desde el estado de ánimo hasta la capacidad para tomar decisiones, o incluso hasta que tan fácil se baja de peso.

Es que el sueño tiene un impacto directo sobre las hormonas, especialmente aquellas relacionadas con el hambre y el metabolismo. La grelina, que estimula el apetito, y la leptina, que indica saciedad, se desajustan cuando no se logra descansar bien. La falta de descanso entonces hace sentir más hambre y menos saciados al comer. Además, la privación del sueño aumenta los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que favorece la acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal.

Los expertos señalan que una hora antes de acostarse no deben usarse los celulares por la luz azul

De hecho, estudios coreanos demostraron que la falta de descanso adecuado es uno de los principales factores que contribuyen al aumento de peso. A la vez, cuando uno está cansado, suele tener menos energía para realizar actividades físicas, y busca alimentos más calóricos como una fuente rápida para alcanzar más potencia.

¿Cuál es la mejor hora para irse a dormir?

Al parecer, no solo se trata de alcanzar un descanso de calidad. Científicos de la Universidad de Barcelona encontraron que acostarse a las 21 horas podría ser la clave para lograr un sueño reparador y combatir el sobrepeso. Según estos expertos, dormir a partir de este horario optimiza el ciclo de sueño-vigilia, lo que permite que el cuerpo se regule mejor y que las hormonas vinculadas con el apetito trabajen de manera equilibrada. Este horario ayuda a sincronizar el reloj biológico con los ritmos naturales de luz y oscuridad, lo cual es fundamental para la regulación del metabolismo.

También señalaron que tener horarios de sueño muy tardíos está asociado con un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad. Esto se debe a que estos hábitos suelen estar acompañados de una menor cantidad de horas de descanso.

Es recomendable no comer comidas pesadas antes de irse a dormir

Sin embargo, un estudio de la Universidad de Harvard contradice la idea de que la hora específica en la que uno se acuesta es el factor más importante. Según este estudio, lo crucial es dormir una cantidad adecuada de horas cada noche. Específicamente, en el caso de los adultos, deberían tener al menos siete horas de sueño de calidad para asegurarse que el cuerpo tenga el tiempo necesario para recuperarse y funcionar de manera óptima. En lugar de preocuparse tanto por la hora exacta de acostarse, lo importante es crear un hábito constante y asegurarse de que el sueño sea profundo y reparador.

Consejos para alcanzar un sueño de calidad

Si se desea mejorar la calidad del descanso y, con ello, la calidad de vida, el medio de bienestar Healthline comparte algunas medidas que pueden tomarse.

El sueño tiene un impacto directo sobre la grelina y la leptina, dos hormonas relacionadas con el hambre y el metabolismo

  1. Reducir la exposición a la luz azul: Evitar el uso de dispositivos electrónicos como celulares y computadoras al menos una hora antes de dormir.
  2. Cenas ligeras: Procurar cenar de forma ligera y evitar los alimentos pesados y ricos en grasas justo antes de acostarse.
  3. Crear una rutina de relajación: Leer un libro o escuchar música tranquila puede ayudar a relajarse y preparar el cuerpo para el descanso.
  4. Realizar ejercicio regularmente: Hacer ejercicio durante el día ayuda a regular el sueño, pero evitar hacer ejercicios intensos justo antes de ir a la cama.
  5. Mantener un horario constante: Intentar acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, para sincronizar el reloj biológico.
  6. Crear un ambiente propicio para dormir: Asegurarse de que el dormitorio sea oscuro, fresco y tranquilo para promover el sueño reparador.