La grafología es una de las técnicas científicas que más sorprendió en el último tiempo, ya que a partir del análisis minucioso de la escritura de personas relevantes, se pudo sacar pistas de su personalidad y emoción. En este sentido, se abrieron un sinfín de interrogantes de la manera en que escribimos y una de ellas es por qué algunas personas tienden a escribir siempre en mayúsculas. Una especialista dio la respuesta y explicó los motivos.

La grafología es una técnica que estudia la escritura de una persona con el fin de analizar su personalidad. Todos los detalles son necesarios: tamaño, inclinación, presión y forma. Todo esto dará como resultado un acercamiento a los rasgos emocionales, de carácter e incluso el estado psicológico de la persona. Se considera cada trazo, curva y ocupación del espacio como un reflejo de los procesos mentales inconscientes, que pueden reflejar parte de quienes somos. Esto puede ser beneficioso para muchos ámbitos, como, por ejemplo, en la búsqueda de personal para un puesto o para comprender pacientes bajo tratamiento psicológico, entre otras cosas.

No obstante, muchos miembros de la comunidad científica cuestionaron su validez, ya que no se trata de una ciencia exacta. Aun así, puede ser una herramienta complementaria en el análisis de una persona.

La grafología es una técnica que estudia la escritura de una persona con el fin de analizar su personalidad

En este contexto, distintos grafólogos compartieron cuáles son las maneras de escribir que son grandes delatores de personalidad, como escribir siempre en mayúscula en la escritura natural, espontánea e inconsciente.

Según la grafóloga española Sandra Cerro, esta manera de escribir refleja una tendencia a ocultarse y protegerse. “El escribiente se reviste de una coraza protectora, de un escudo que impide la penetración en su verdadera forma de ser y actuar. Oculta su realidad. No muestra más que una máscara de sí mismo, una pose artificial de cara a la galería”, introdujo en su página oficial y luego añadió: “La ausencia de velocidad y de ligaduras en la grafía mayúscula pone freno a la agilidad mental, a la espontaneidad, al fluir natural del grafismo. Frena la emotividad, la sencillez y la llaneza propias del ser humano”.

Asimismo, remarcó más aspectos negativos de esta manera de escribir. “La mayúscula deja muestra de un ser básicamente frío, desnaturalizado e impersonal, que trata de esconder a su Yo menor, con el que no se siente identificado o al que simplemente pretende ocultar, por el motivo que sea. En estos casos, es habitual que la firma que acompaña a un texto enteramente en mayúsculas, tenga signos de autoestima mal compensada, inseguridad, actitudes a la defensiva, o de la existencia de miedos o complejos”, manifestó.

Una persona que escribe en mayúscula es orgullosa

Otro punto que oculta una persona que escribe en mayúscula es que es orgulloso. “Puede esconder un carácter autoritario, orgulloso, narcisista, que pretende imponerse a los demás y destacar a toda costa. La mayúscula en estos casos suele tener formas incisivas, afiladas, con angulosidades muy marcadas y con especial recreo en una presión fuerte, que deja surco sobre el papel”, continuó la especialista.

“La intención inconsciente de la mayúscula, en este caso, es la de pisar a un prójimo al que considera inferior. La mayúscula se regodea con su altura superior, su corpulenta estructura y su base firme sobre la pequeña minúscula. Quien escribe en mayúscula se manifiesta así como una especie de dios, de héroe, como ente superior, que es sobre una masa común y corriente que escribe habitualmente en minúscula”, concluyó.

Es importante que ante un análisis grafológico se debe contextualizar la escritura de la persona, más precisamente sobre si se trata efectivamente de su manera natural de escribir.