La salud bucal es un pilar fundamental del bienestar general, y las recomendaciones sobre cómo mantenerla han sido objeto de debate durante años. Una de las preguntas más comunes entre los pacientes y los profesionales de la odontología es si es mejor cepillarse los dientes antes o después del desayuno. Según diversos expertos y organizaciones como la Asociación Dental Americana (ADA), la respuesta no es tan sencilla y depende de varios factores relacionados con la rutina diaria y los alimentos consumidos.
Durante la noche, la producción de saliva disminuye, lo que hace que las bacterias se multipliquen en la boca. Este fenómeno es responsable del conocido “aliento matutino” y de la acumulación de placa bacteriana.
Cepillarse los dientes antes del desayuno, elimina estas bacterias y recubre el esmalte dental con una capa protectora de flúor, lo que ayuda a prevenir el daño causado por los ácidos presentes en los alimentos.
Sin embargo, si se prefiere cepillarse después del desayuno, los expertos recomiendan esperar al menos 30 minutos de consumirlo, o incluso una hora. Es que según Mayo Clinic, alimentos y bebidas ácidas como jugos cítricos, café y pan pueden debilitar temporalmente el esmalte dental. Cepillarse inmediatamente después de consumir estos productos puede causar un desgaste microscópico en el esmalte, aumentando el riesgo de caries y sensibilidad dental.
La importancia de una técnica adecuada
Más allá del momento del cepillado, la técnica utilizada es crucial para mantener una buena salud bucal. Según Healthline, el cepillado debe durar al menos dos minutos y cubrir todas las superficies de los dientes, incluidas las áreas de difícil acceso. Se recomienda usar un cepillo de cerdas suaves o extrasuaves y una cantidad de pasta dental con flúor equivalente al tamaño de un guisante.
Además, Mayo Clinic argumenta que los cepillos deben reemplazarse cada tres o cuatro meses, o antes si las cerdas están desgastadas.
Otros hábitos esenciales
El cuidado bucal no se limita al cepillado. Según algunos estudios, el uso de hilo dental, es indispensable para eliminar los restos de comida y la placa acumulada entre los dientes, áreas que el cepillo no puede alcanzar. Aunque un artículo de 2016 de la Associated Press cuestionó la evidencia científica detrás de los beneficios del hilo dental, organizaciones como la ADA defienden su uso como una práctica de bajo costo y bajo riesgo que puede prevenir caries y enfermedades de las encías.
Por otro lado, el enjuague bucal, aunque no es estrictamente necesario, puede ser un complemento útil para mantener el aliento fresco y eliminar la placa en días en los que se olvida usar hilo dental. Según Grant Richey, citado por la revista Mentalfloss, es mejor usarlo al final de la rutina de higiene bucal para prolongar la sensación de frescura.
La conexión entre la salud bucal y el bienestar general
La salud bucal no solo afecta la apariencia y funcionalidad de los dientes, sino que también está vinculada a la salud general. Según Fortune Well, investigaciones recientes han asociado las enfermedades de las encías con problemas graves como enfermedades cardiovasculares, diabetes, demencia e incluso disfunción eréctil. Por ello, mantener una rutina de higiene bucal adecuada es esencial no solo para prevenir caries y gingivitis, sino también para proteger la salud en general.
Aunque no existe un consenso absoluto sobre si es mejor cepillarse los dientes antes o después del desayuno, lo más importante es hacerlo correctamente y con regularidad. Tal como señaló la portavoz de la ADA, Alice Boghosian, al medio Lifehacker: “mientras te cepilles dos veces al día con una pasta dental con flúor y limpies entre tus dientes una vez al día, estás en el camino correcto”