La región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, enfrenta una grave crisis humanitaria derivada de los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc. Con un estimado de 80 personas muertas y al menos 5.000 desplazados, la violencia desbordó la capacidad de respuesta de la red hospitalaria y llevó al colapso de las morgues locales, lo que pone en evidencia la magnitud del problema.
De acuerdo con Fernando Álvarez, director del Instituto Departamental de Salud del Norte de Santander, la situación en los hospitales es crítica. En una entrevista con Caracol Radio, detalló que la ocupación general de los centros de salud alcanza el 76%, mientras que áreas específicas como maternidad operan al 100% de su capacidad y la observación pediátrica al 66%. Aunque la atención a los desplazados ha sido oportuna, el constante aumento de personas desplazadas y heridos por los enfrentamientos está ejerciendo una presión insostenible sobre los recursos disponibles.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Hospitales desbordados y escasez de medicamentos
El hospital Emiro Quintero Cañizares, ubicado en Ocaña, es uno de los centros más afectados por la crisis. Según explicó Álvarez, este hospital ha recibido remisiones de pacientes provenientes de municipios como San Calixto, Teorama, Convención, El Carmen y Tibú, lo que ha sobrecargado su capacidad operativa.
La situación no solo se limita al aumento de pacientes, sino a la falta de insumos médicos. Álvarez señaló que la escasez de medicamentos y la presión constante sobre la infraestructura hospitalaria han agravado la crisis asistencial. Este panorama refleja la incapacidad del sistema de salud local para responder a las necesidades de una población afectada por la violencia y el desplazamiento forzado.
Morgues al límite de su capacidad
Uno de los aspectos más alarmantes de esta crisis es el colapso de las morgues en la región. De acuerdo con lo detallado por Álvarez al medio citado, la capacidad instalada de las morgues en Ocaña se encuentra entre el 135% y el 140%, lo que obligó a las autoridades a habilitar espacios transitorios para manejar la situación.
El Hospital Erasmo Meoz, también en Norte de Santander, implementó morgues temporales para aliviar la presión, mientras que en el hospital de Ocaña se están realizando esfuerzos similares para fortalecer la capacidad de medicina legal. Sin embargo, estas medidas son insuficientes frente a la magnitud del problema, que sigue creciendo debido a la violencia en la región.
Llamado urgente a las autoridades y organismos internacionales
Ante este panorama, Álvarez hizo un llamado al Ministerio de Salud y a los organismos de cooperación internacional para que brinden apoyo inmediato. En sus declaraciones a Caracol Radio, enfatizó la necesidad de recursos adicionales para enfrentar la crisis y garantizar una atención adecuada a la población afectada.
“La comunidad está cansada de la violencia y necesitamos asistencia urgente para cumplir con las expectativas asistenciales en esta crisis”, afirmó el funcionario, subrayando la urgencia de una respuesta coordinada que permita aliviar la presión sobre el sistema de salud y atender las necesidades de los desplazados y heridos.
El Catatumbo, una región históricamente afectada por el conflicto armado en Colombia, ha sido escenario de intensos enfrentamientos entre grupos armados ilegales que buscan el control territorial. Esta situación ha generado un aumento en los desplazamientos forzados y ha puesto en riesgo la vida de miles de personas.
La crisis humanitaria en el Catatumbo pone de manifiesto la necesidad de una intervención urgente por parte del gobierno nacional y la comunidad internacional. Mientras tanto, los hospitales y morgues de la región continúan operando al límite, enfrentando una situación que parece no tener solución inmediata.