- La Policía de Córdoba y la Fuerza Policial Antinarcotráfico hallaron drogas en un dron que quedó atascado en cables de alta tensión.
- El artefacto llevaba 89 gramos de marihuana y 149 gramos de cocaína, presuntamente hacia la cárcel de Bouwer.
- En agosto, otro dron intentó ingresar celulares al mismo penal.
Lo esencial: el jueves 31 de octubre, efectivos de una Patrulla Rural encontraron un dron enredado en cables de alta tensión cerca de la Cárcel de Bouwer, ubicada cerca de la ciudad de Córdoba. Al inspeccionarlo, descubrieron un paquete con marihuana y cocaína. La Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) se encargó del procedimiento. Este método de contrabando ya se ha detectado antes en la zona.
El jueves 31 de octubre, efectivos de una Patrulla Rural alertaron a la Policía de la provincia de Córdoba de la presencia de un dron, enredado en los cables de alta tensión sobre la ruta 36, cerca de la cárcel de Bouwer, en Córdoba. Junto a personal de la Empresa Provincial de Energía (Epec), la Departamental Santa María llevó a cabo el descenso del dispositivo a la altura del kilómetro 798. Fue en ese momento, en que las autoridades policiales detectaron que del artefacto colgaba un cordón que contenía un pequeño paquete.
Al inspeccionar en el interior pudieron comprobar que se trataba de marihuana y cocaína. Debido al contenido encontrado en el interior, que estaba armado con una bolsa blanca y rodeado de cinta negra, tuvo que intervenir la Fuerza Policial Antinarcotráfico (PFA).
Horas más tarde determinaron que se trataba de 89 gramos de marihuana y 149 gramos de cocaína. Tras el hallazgo realizado por la mañana, la policía planteó que el objetivo del dron podría haber sido llegar hasta la Cárcel de Bouwer, la cual se encuentra ubicada a unos 3,5 kilómetros de donde fue el hallazgo.
Los remitentes del paquete utilizaron un lazo color blanco de diez metros. En uno de los extremos ataron una bolsa de nailon con cinta negra y en el otro lo sujetaron al dron, de color gris y con dimensiones aproximadas de 40 x 40 centímetros, con un papel adherido marcado con el número 3.
Por el momento no trascendió que haya personas detenidas. Sin embargo, El Diario de Carlos Paz consignó que el procedimiento quedó a disposición de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) para la investigación correspondiente. Este método de contrabando no es nuevo en la región. En agosto, las autoridades ya habían interceptado un dron que intentaba ingresar 14 teléfonos celulares al mismo establecimiento penitenciario.
Además, en septiembre pasado se inició una investigación sobre el Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) que tuvo como resultado la detención de cuatro altos mandos bajo sospecha de integrar una asociación ilícita, según informó La Voz.
Estos arrestos se suman a una causa que ya cuenta con más de 20 detenidos, incluidos abogados y particulares, y que se centra en presuntas irregularidades administrativas en los penales de Cruz del Eje, Villa María y Bouwer. El caso, que ha sacudido a la estructura del SPC, se originó tras la detección de actividades delictivas y negocios ilegales dentro de las cárceles. La investigación, liderada por el fiscal a cargo, podría derivar en más detenciones, conforme avancen las pesquisas.
Entre los detenidos se encuentran dos jefes que ya estaban retirados al momento de su arresto. Sin embargo, uno de ellos, Guzmán, había desempeñado un papel crucial en el área de Seguridad del Complejo Carcelario de Bouwer durante su tiempo en activo. Este detalle subraya la magnitud del escándalo que involucra a altos funcionarios del sistema penitenciario.
Otro suceso violento ocurrió a mediados de marzo de este año, en la prisión de Bouwer para mujeres, cuando un grupo de reclusas atacó a una compañera en uno de los pabellones. Según las autoridades, las agresoras utilizaron puños, palos de escoba y patadas. Este ataque fue capturado en un video, donde se veía a la víctima pidiendo ayuda y exclamando: “Me están matando”.
El Ministerio de Justicia de Córdoba informó que la situación fue controlada y que las agresoras fueron separadas del resto de la población carcelaria.