El exintendente de Hurlingham y exministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, lanzó hoy declaraciones contundentes sobre el estado actual del peronismo al volver a marcar profundas diferencias con el sector liderado por La Cámpora y criticar el aislamiento de Cristina Kirchner. En un diagnóstico que abarca las divisiones internas, la desconexión con la sociedad y los fracasos electorales, Zabaleta señaló que la dirigencia actual perdió el rumbo y es incapaz de articular un proyecto político que responda a las demandas populares.
“Desgraciadamente veo a Cristina cooptada por un grupo de cincuentones pelotudos de La Cámpora que no dejan sus privilegios”, afirmó Zabaleta al graficar el malestar que atraviesa el movimiento peronista tras la derrota en las elecciones presidenciales y legislativas de 2023.
Durante una entrevista con el programa “A confesión de parte” que conduce la periodista Romina Manguel en Radio Milenium, el exfuncionario insistió con sus críticas a la organización liderada por Máximo Kirchner al asegurar que ocupó los espacios de poder bloqueando cualquier posibilidad de renovación política y exacerbando las tensiones internas en el peronismo.
“Lo viví en carne propia: La Cámpora y Máximo fueron muy dañinos. Se convirtieron en un grupo cerrado que no deja que el peronismo respire ni se renueve”, expresó Zabaleta. Además, señaló que en el gabinete del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, al menos cuatro ministros respondían directamente a esta agrupación, lo que dificulta la gestión provincial.
Zabaleta reveló que incluso al interior de La Cámpora hubo resistencias a la candidatura de Kicillof como gobernador en 2019, señalando que se intentó posicionar a dirigentes como Martín Insaurralde, a quien calificó como “impresentable”. Según él, estas dinámicas fueron un reflejo de la lucha interna por el control del aparato político en la provincia de Buenos Aires, el principal bastión del peronismo.
“Axel no tenía fuego amigo, había balazo público”, dijo Zabaleta, en alusión a los choques entre el gobernador y los ministros vinculados a La Cámpora.
En sus declaraciones, Zabaleta no dudó en reconocer la importancia histórica de Cristina Kirchner y el impacto de lo que considera es una persecución judicial en su contra. Sin embargo, subrayó que su liderazgo quedó cada vez más encapsulado por un entorno que no permite el diálogo con otras facciones del peronismo.
“Cuídenla a Cristina, parecen los hijos únicos que quieren todo para ellos. Hay que terminar con eso”, dijo Zabaleta, apuntando a los dirigentes más cercanos a la expresidenta. Según él, este núcleo no solo perjudicó la relación con otros sectores del peronismo, sino que también contribuyó al distanciamiento de las bases populares que históricamente respaldaron al kirchnerismo.
Además, sostuvo que nunca se dio un verdadero “operativo clamor” para respaldar a Cristina de forma masiva ante las causas judiciales.
El peronismo desorganizado
Zabaleta fue categórico al describir el estado actual del peronismo como un movimiento desorganizado, sin rumbo claro y alejado de las demandas sociales. “No vi al peronismo ordenado. Buscaron un candidato moderado y mirá cómo terminó”, afirmó, en referencia al fracaso de las estrategias electorales recientes, que no lograron captar el voto de sectores claves.
El exministro destacó el impacto de Javier Milei, quien, a pesar de no contar con una estructura territorial consolidada, logró canalizar el descontento social y convertirse en una fuerza electoral arrolladora. Sin embargo, Zabaleta advirtió que el modelo propuesto por Milei no será sostenible en el tiempo, ya que no contempla políticas inclusivas para los sectores más vulnerables de la población.
“La gente quiere un cambio, pero también quiere soluciones reales a sus problemas. Milei no tiene eso”, opinó Zabaleta, refiriéndose a las limitaciones del modelo liberal que plantea el ahora presidente electo.
Para Zabaleta, el peronismo enfrenta una de las mayores crisis de su historia, marcada por la falta de liderazgos renovados, las divisiones internas y la pérdida de conexión con las demandas populares.
Por último, dejó en claro que no responderá a la conducción de Cristina Kirchner en el PJ, tras las fallidas elecciones en las que finalmente la Justicia bajó la lista del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.
“A mi no me conduce nadie, tampoco Cristina Kirchner. El peronismo está perdido. Pensar que un fallo judicial va a resolver el problema del peronismo, no lo va a resolver”, aseveró.