En el caso de caso de la población vulnerable, el rango de ingresos correspondiente permite el acceso a la canasta de bienes y servicios esenciales - crédito Colprensa

En Colombia, la distribución de ingresos mensuales es la que determina la pertenencia a una de las principales categorías económicas: clase baja, media o alta.

De hecho, los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) indican que para la mitad del 2024, el 33% de la población vivía en condición de pobreza, mientras que el 31,5% se encontraba en situación de vulnerabilidad.

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Por otro lado, el 32,4% de los colombianos pertenecía a la clase media y solo el 3,1 % se ubicaba en la clase alta.

Estos datos mostraron un panorama favorecedor con respecto a las cifras del 2022, cuando se estimó que el 36,6% de la población estaba en pobreza, el 30,7% en situación de vulnerabilidad, el 29,9% de clase media y el 2,8% pertenecientes a la clase alta.

Sin embargo, esta categorización es netamente económica y por nivel de ingresos.

De acuerdo con el Dane, la clasificación de las clases sociales no debe confundirse con los estratos socioeconómicos, ya que esta categorización se basa exclusivamente en los ingresos per cápita mensuales dentro de un hogar.

Mientras mayores sean los ingresos, es más fácil ubicarse en barrios de estratos altos, en ciudades como Bogotá - crédito Google Maps

Los estratos socioeconómicos se rigen más por el estilo de vivienda y los materiales en los que está construida, el estado de las fachadas o la ubicación de las propiedades, que exigen ciertos niveles de ingresos.

Sin embargo, las clases sociales en Colombia, más que por los ingresos, se establecen con otros factores sociodemográficos adicionales que marcan más las brechas entre las clases baja, media y alta.

Pero según el Dane, los hogares pobres son aquellos cuyos ingresos per cápita están por debajo de la línea de pobreza monetaria, mientras que los vulnerables tienen ingresos que oscilan entre la línea de pobreza y los $781.120 mensuales, con las cifras del 2024.

El índice de la pobreza corresponde a ingresos menores al 50% del malario mínimo en Colombia - crédito Colprensa

Con base en la metodología de López-Calva y Ortiz-Juárez, citada por Blu Radio, y que tiene en cuenta el Dane, los umbrales de ingresos per cápita para clasificar a la población en Colombia son:

  • Clase baja (pobreza): ingresos menores a la línea de pobreza monetaria, que varía según las regiones del país, pero según el Dane, están en los $420.676 pesos.
  • Vulnerabilidad: ingresos entre la línea de pobreza y $853.608 mensuales.
  • Clase media: ingresos entre $853.608 y $4.596.352 mensuales por persona dentro del hogar.
  • Clase alta: ingresos superiores a $4.596.352 al mes, per cápita.

Mientras tanto, el Dane estudia el incremento del 9,54% del salario mínimo y el aumento del costo de vida, con la variación del IPC que cerró del 2024 al 2025 en un 5,2%, para que determine si aumentan los umbrales de cada clase.

Los estratos en Colombia

Desde la década de 1980, Colombia utiliza un modelo de estratificación socioeconómica que clasifica las viviendas en seis niveles, del 1 al 6.

Este sistema, formalizado por la Ley 142 de 1994, tiene como objetivo distribuir subsidios para servicios públicos y garantizar que los hogares con mayores ingresos (estratos 5 y 6) contribuyan más, mientras los de menores recursos (estratos 1, 2 y 3) reciban beneficios en agua, gas y energía. El estrato 4, por su parte, paga las tarifas de los servicios públicos sin contribuir más, o pagar menos.

El estrato 6 corresponde a la franja de ciudadanos con viviendas con mejor infraestructura en el país y al entorno urbanístico mejor estilizado - crédito Google Maps

El artículo 102 de esta ley establece que los inmuebles residenciales deben clasificarse en un máximo de seis estratos, así:

  1. Bajo-bajo.
  2. Bajo.
  3. Medio-bajo.
  4. Medio.
  5. Medio-alto.
  6. Alto.

La clasificación de los predios sigue una metodología técnica inicialmente diseñada por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), función que actualmente es responsabilidad del Departamento Administrativo Nacional de Estadística. Este método considera características físicas de los inmuebles, condiciones del entorno inmediato y el contexto urbanístico o rural.

Sin embargo, este modelo ha sido cuestionado por su enfoque basado en características físicas de las viviendas, que no siempre reflejan con precisión los ingresos reales de sus ocupantes. Críticos señalan que podría perpetuar la segregación y estigmatización de ciertos sectores.