La Policía Federal busca determinar si el atacante actuó solo o recibió apoyo de otras personas o grupos

Las explosiones que conmocionaron a la capital de Brasil el miércoles por la noche y provocaron evacuaciones fueron un acto de terrorismo por parte de un atacante solitario que buscaba interrumpir violentamente la democracia, dijeron el jueves las autoridades policiales.

Indicaron que la única persona que murió fue el propio atacante, y que nadie resultó herido. Sin embargo, las dos explosiones se produjeron cerca del Supremo Tribunal en Brasilia, la capital, y pusieron en vilo a la nación pocos días antes de que el país acoja una importante cumbre del G20, a la que se espera que asistan el presidente Biden y otros líderes mundiales.

El atentado hace eco de la violencia que se desató en Brasilia tras la elección del presidente Luiz Inácio Lula da Silva hace casi dos años, lo que ha generado preocupación por un posible resurgimiento de tensiones tras un periodo de relativa tranquilidad. Aunque la tensión ha bajado desde entonces, la extrema derecha brasileña ha aparecido energizada en los días posteriores al contundente regreso al poder del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

Las autoridades identificaron al atacante como Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, un cerrajero del sureño estado de Santa Catarina. Dijeron que había llegado a la capital varios meses antes.

Francisco Wanderley Luiz, el atacante, era un cerrajero del sur de Brasil y ex candidato político ligado a Jair Bolsonaro (REUTERS/Ton Molina/ARCHIVO)

Describieron el acto como un atentado suicida que implicaba una “planificación a largo plazo” por parte de un atacante que parecía haber actuado solo, pero relacionaron el ataque con un extremismo político más generalizado. Las autoridades dijeron que era demasiado pronto para saber si Luiz había recibido financiación o ayuda de otras personas.

La investigación revelará si hay otras conexiones, si hay otras redes, que estén detrás”, dijo Andrei Passos Rodrigues, director general de la Policía Federal, en una conferencia de prensa el jueves.

“Todavía no sabemos el móvil del crimen”, dijo, y añadió que se está tratando como “un acto terrorista”. Dijo que el atentado demostraba que “los grupos extremistas están activos” y subrayaba la necesidad de que las autoridades actúen con rapidez.

La policía dijo que el atentado parecía tener como objetivo a magistrados del Supremo Tribunal de Brasil.

El escuadrón antibombas de Brasil es visto después de que un sospechoso de un ataque con bomba se suicidara fuera del edificio de la Corte Suprema de Brasil la mañana después de las explosiones en la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia, Brasil. 14 de noviembre 2024 (REUTERS/Ton Molina)

Las autoridades confirmaron que Luiz, también conocido por su apodo en línea Tiu França, se postuló sin éxito para un cargo local en 2020 con el conservador Partido Liberal, que actualmente está asociado con el ex presidente Jair Bolsonaro.

Una persona con ese nombre se presentó sin éxito a las elecciones locales de 2020 bajo la bandera del Partido Liberal.

El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, calificó la explosión de “triste y seria” y dijo que el país trabaja continuamente “para reducir esta violencia, estos actos absurdos que comprometen la paz, la democracia y la seguridad”.

Las explosiones del miércoles se produjeron con 20 segundos de diferencia alrededor de las 7:30 p. m., según las autoridades locales. La primera ocurrió en el maletero de un coche en un estacionamiento cercano al Supremo Tribunal; la segunda fue en una plaza, que también está a poca distancia del Congreso de Brasil y de las oficinas de Lula, quien no se encontraba cuando se produjeron las explosiones, dijeron las autoridades.

Esa explosión parece haber matado al atacante, según la policía, quien dijo el jueves que también había encontrado un tráiler cercano que contenía explosivos.

Las autoridades dijeron que el atacante había intentado entrar en el edificio del Supremo Tribunal antes de las explosiones, pero no lo consiguió. Las cámaras de vigilancia mostraron que había circulado por la zona antes de que estallaran las bombas.

El coche que estalló en la primera explosión estaba registrado a nombre de Luiz, dijo la policía.

Las explosiones se produjeron pocos días antes de que otra ciudad brasileña, Río de Janeiro, acoja la cumbre de líderes mundiales del G20.

El atentado también rememoró la violencia que sacudió la capital del país tras la victoria de Lula, cuando derrotó por un margen estrecho a Bolsonaro.

Pocas semanas antes de que Lula tomara posesión de su cargo, un hombre intentó detonar una bomba cerca del aeropuerto de Brasilia para protestar por los resultados de las elecciones, que Bolsonaro afirmó falsamente que le habían sido robados.

La policía inspecciona un vehículo frente al Tribunal Supremo en Brasilia, Brasil, tras una explosión, el miércoles 13 de noviembre de 2024 (AP Photo/Eraldo Peres)

Después, en enero de 2023, partidarios del ex presidente asaltaron y destrozaron el Congreso, el Supremo Tribunal y las oficinas presidenciales de Brasil, un ataque similar a los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio estadounidense en Washington.

Bolsonaro tiene prohibido presentarse a cargos políticos hasta 2030 y el ex presidente es objeto de una serie de investigaciones, entre ellas por intentar orquestar un golpe de Estado.

Tras la victoria de Trump, Bolsonaro declaró a una revista brasileña que lucharía por recuperar sus derechos políticos y presentarse a las elecciones presidenciales de 2026. Muchos brasileños de derecha ven al Supremo Tribunal como una amenaza para la democracia, argumentando que persigue a las voces conservadoras.

El tribunal ha llevado a cabo una campaña polémica contra la desinformación en internet y las amenazas a las instituciones brasileñas, ordenando a las plataformas de medios sociales que bloqueen cientos de cuentas. También encarceló a partidarios de Bolsonaro que irrumpieron en la capital.

© The New York Times 2024.