En la era digital, donde las notificaciones y el multitasking son constantes, muchas personas se preguntan por qué ya no pueden concentrarse como antes. Expertos en salud cognitiva coinciden en que esta no es una simple percepción: la hiperconectividad está afectando la memoria y la atención.

En primer lugar, la atención es un proceso indispensable para procesar información y memorizar. Sin ella, las distracciones constantes evitan que el cerebro se enfoque y registre recuerdos. Y en la actualidad, uno de los grandes potenciadores de las distracciones son las redes sociales. La UNESCO advirtió en un informe que las redes sociales afectan al bienestar y el aprendizaje de muchos niños y adolescentes. Aunque esto no solo se limita a ellos, dado que los adultos también sufren las consecuencias.

El cerebro humano no se encuentra preparado para hacer varias tareas a la vez, como lo haría una computadora o máquina. Lo que hacemos biológicamente, para poder cumplir con varias tareas a la vez, es cambiar el foco entre actividades, lo que consume más energía y reduce la productividad

Los dispositivos electrónicos son tocados unas 2.617 veces al día (imagen ilustrativa)

El simple hecho de tener un celular cerca, incluso si no lo usamos, genera una distracción. Las notificaciones activan un estado de alerta que interrumpe el enfoque, liberan dopamina y condicionan la mente, como lo demostró el psicólogo conductista B.F. Skinner con sus experimentos sobre refuerzos positivos.

Algunos de los impactos más fuertes de las redes sociales en nuestra mente son:

  • Tiempo de interrupción: las personas interrumpen su trabajo cada tres minutos en promedio.
  • Dificultad para retomar el foco: después de una distracción, pueden pasar hasta 23 minutos antes de recuperar la concentración.
  • Uso excesivo del celular: los dispositivos electrónicos son tocados unas 2.617 veces al día, y se les dedica casi cuatro horas diarias.

Estrategias para recuperar la concentración

Ante este panorama, algunos psicólogos recomiendan técnicas y ejercicios para contrarrestar los efectos de las distracciones digitales y mejorar la memoria y la atención. Entre los más conocidos se encuentran:

Técnica Pomodoro:

Trabajar 25 minutos enfocado en una tarea específica, descansar 5 minutos y repetir el ciclo. Después de cuatro sesiones, se recomienda tomar un descanso más largo. El beneficio que se obtiene es mantener el enfoque en intervalos cortos y evita el agotamiento mental.

Ejercicios de memoria y concentración:

  • Juegos mentales: sudokus, crucigramas o aplicaciones como Lumosity y Elevate.
  • Lectura atenta: leer un libro o artículo sin interrupciones y hacer un resumen al final. Esto fortalece habilidades cognitivas y mejora la atención sostenida.

Escritura libre:

Dedicar de 5 a 10 minutos a escribir todo lo que le preocupa o le pasa por tu mente en el día Esto ayuda a liberar el espacio mental y reduce el estrés, al poder poner en palabras los miedos, problemas o agobios del día.

Ejercicio físico y respiración consciente:

  • Realizar caminatas rápidas, yoga o estiramientos.
  • Practicar respiración la profunda. Esto se debe hacer inhalando en cuatro segundos, luego reteniendo la respiración por cuatro segundos más y exhalar en cuatro segundos restantes. De esta manera se incrementa el flujo de oxígeno al cerebro y se reduce la ansiedad.

Técnica de visualización:

Esta técnica consiste en cerrar los ojos e imaginar un lugar tranquilo, como una playa o un bosque. Dedicar unos minutos a explorar mentalmente ese entorno permitirá relajar la mente y mejorar el enfoque para tareas futuras.