un hombre toma un merecido descanso en el gimnasio, sosteniendo una botella de jugo de naranja, rica en vitamina C. Este gesto subraya la importancia de la hidratación y el aporte de nutrientes esenciales durante el ejercicio. Refleja un estilo de vida saludable, donde el cuidado personal y el entrenamiento físico van de la mano para promover una salud óptima. Este hombre ejemplifica cómo el equilibrio entre el ejercicio y la nutrición adecuada es fundamental para mantenerse en forma y saludable. (Imagen ilustrativa Infobae)

La testosterona, una hormona esencial en el cuerpo masculino, ejerce una influencia que va más allá del desempeño físico, ya que también incide en el estado anímico, la vitalidad y el bienestar general.

En una sociedad donde el estrés, una dieta deficiente y la falta de actividad física pueden reducir sus niveles, especialistas en nutrición de la UNAM proponen estrategias efectivas para optimizarla de forma natural.

¿Qué es y para qué sirve la testosterona?

La testosterona es la principal hormona sexual masculina, aunque también está presente en menor cantidad en las mujeres. Su función va más allá del deseo sexual: regula la producción de glóbulos rojos, fortalece los huesos, mantiene la masa muscular y potencia la distribución de grasa en el cuerpo. Un descenso en sus niveles puede derivar en fatiga, pérdida de fuerza, depresión y una disminución del impulso sexual.

¿Qué beneficios tiene tener mucha testosterona?

De acuerdo con estudios citados en la Gaceta UNAM, gozar de niveles adecuados de testosterona no solo potencia el vigor físico y mental, también mejora la capacidad de concentración y previene enfermedades metabólicas. Un equilibrio hormonal adecuado reduce el riesgo de osteoporosis, regula la glucosa en sangre y favorece la salud cardiovascular. Además, se asocia con un mejor estado de ánimo y una menor probabilidad de desarrollar depresión.

¿Cómo subir la testosterona en el hombre?

Expertos de la UNAM comparten las claves para elevar la testosterona sin recurrir a tratamientos artificiales:

  1. Alimentación estratégica: Consumir alimentos ricos en zinc, vitamina D y grasas saludables como los aguacates, frutos secos y pescados grasos contribuye a la producción natural de testosterona. Evitar azúcares refinados y ultraprocesados también es crucial.
  2. Ejercicio de alta intensidad: Rutinas de fuerza y entrenamientos de intervalos han demostrado aumentar los niveles hormonales de manera significativa. Levantar pesas y realizar ejercicios compuestos como sentadillas o peso muerto resultan altamente efectivos.
  3. Sueño reparador: La mayor liberación de testosterona ocurre durante el descanso nocturno. Dormir al menos siete horas de calidad garantiza una regulación hormonal adecuada.
  4. Manejo del estrés: Los altos niveles de cortisol, la hormona del estrés, inhiben la producción de testosterona. Prácticas como la meditación, respiración profunda y tiempo al aire libre ayudan a reducir su impacto negativo.
  5. Exposición solar y vitamina D: La luz solar desempeña un papel vital en la producción de testosterona. Pasar tiempo al aire libre y complementar con vitamina D favorece la regulación hormonal.
  6. Evitar disruptores endocrinos: Plásticos, pesticidas y productos químicos presentes en el entorno pueden interferir en la síntesis de testosterona. Optar por alimentos orgánicos y reducir el uso de envases plásticos minimiza estos riesgos.

Mantener una testosterona en niveles óptimos no es solo una cuestión de salud física, sino un pilar fundamental para el bienestar integral. Adoptar estos hábitos no solo incrementará la vitalidad, también mejorará la calidad de vida en todos los aspectos.