Cómo conservar las berenjenas (Adobe Stock)

La temporada de otoño es también la mejor época para disfrutar de la berenjena. Un vegetal versátil y nutritivo, ampliamente utilizado en diversas cocinas del mundo por su capacidad de absorber sabores y que puede ser protagonista de muchos y muy diversos platos.

La berenjena es una hortaliza que no requiere el frío de la nevera para su óptima conservación. De hecho, guardar la berenjena en la nevera podría hacer que empeorara su textura natural y que pierda gran parte de su extraordinario sabor. ¿Dónde las podemos guardar para conservar sus propiedades durante más tiempo? Lo ideal será evitar la nevera y colocar las berenjenas en un sitio fresco, seco y oscuro, preferiblemente en una bolsa abierta que permita el flujo de aire.

En realidad, la temperatura perfecta para conservar las berenjenas es de entre 10º y 13 °C. La temperatura recomendada para los frigoríficos en casa es de aproximadamente 4º C, lo que significa que en muchos casos guardarlas en la nevera no será lo ideal. No obstante, la temperatura fuera de la nevera en los hogares suele ser más alta de los 13 °C recomendados, por lo que encontrar el lugar de almacenamiento adecuado puede ser complicado.

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Por lo tanto, lo ideal será mantenerlas en una fesquera o en una zona de la casa que se mantenga más fresca que la temperatura general. Si no disponemos de ninguna de estas zonas idóneas para almacenarlas, lo mejor será que las conservemos en la nevera, pero en la zona más cálida de esta, en el espacio más alejado del congelador.

Además, tanto si la guardamos en la nevera como fuera de ella, es recomendable mantenerla aislada del resto de las verduras, ya que la berenjena reacciona con el etileno producido por otros vegetales y se estropea antes de tiempo. En caso de que te haya sobrado un trozo de berenjena sin piel, rocíalas con zumo de limón para conservarla en buen estado durante más tiempo. La explicación científica de este truco reside en la acidez del zumo, ya que el jugo de este cítrico crea una barrera protectora que impide la acción del aire y de las bacterias.

Beneficios nutricionales de la berenjena

Las berenjenas son una excelente opción para llevar una dieta sana y repleta de sabor. La Fundación Española de Nutrición (FEN) recoge el perfil nutricional de esta hortaliza otoñal, rica en vitaminas y minerales esenciales para nuestra salud. Gracias a su bajo contenido calórico y su riqueza en agua, esta verdura es un fantástico alimento para quienes buscan controlar su peso. Su alto contenido de fibra, en particular fibra soluble, ayuda a generar sensación de saciedad, reduciendo la necesidad de comer en exceso. Además, la fibra mejora el tránsito intestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento, favoreciendo una digestión saludable.

Minerales como el calcio, el magnesio y el fósforo, todos presentes en la berenjena, son fundamentales para la salud ósea, pues trabajan juntos para fortalecer los huesos y prevenir enfermedades como la osteoporosis. Ademças, presentan un considerable contenido en antocianinas y otros flavonoides, que no solo protegen al cuerpo del daño oxidativo, sino que también tienen propiedades antiinflamatorias, como recoge la FEN.