En Colombia, la problemática de los jóvenes que no estudian ni trabajan, conocidos como ‘ninis’, sigue siendo un tema de gran preocupación. Aunque las cifras muestran una leve disminución en este fenómeno, el reto de la inserción laboral juvenil y la permanencia en el sistema educativo continúa siendo un desafío para el país.
De acuerdo con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el trimestre octubre-diciembre de 2024, la cantidad de ‘ninis’ en Colombia se redujo a 2,51 millones, lo que significa una disminución de 143.000 personas en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando la cifra alcanzó los 2,65 millones. Este descenso equivale a una baja de 1,1 puntos porcentuales, pasando del 23,6% en 2023 al 22,5% en 2024 dentro del grupo de jóvenes en edad de trabajar.
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Uno de los aspectos más notorios en el análisis de esta población es la brecha de género. Según el Dane, las mujeres son quienes más representan el fenómeno ‘nini’. En total, hay 1,69 millones de jóvenes mujeres entre 15 y 28 años que no estudian ni trabajan, una disminución de 72.000 en comparación con el 2023, cuando la cifra era de 1,76 millones. En términos porcentuales, esto equivale al 15,2%. Por otro lado, la cifra de hombres en esta misma condición es significativamente menor, alcanzando los 816.000 en el último trimestre del 2024, lo que representa una tasa del 7,3%. Esta cifra también refleja una disminución de 71.000 jóvenes respecto al año anterior, cuando se reportaban 888.000 hombres en esta situación.
Si bien la reducción de los ‘ninis’ es un dato positivo, el desempleo juvenil sigue siendo un desafío crítico. Durante el mismo periodo, la tasa de desempleo en la población joven fue del 15,6%, una caída de 0,9 puntos porcentuales respecto al 16,5% del año anterior. A pesar de esta leve mejoría, la cifra sigue siendo alarmante, pues la tasa de desempleo nacional en diciembre de 2024 se situó en el 9,1%, lo que significa que los jóvenes enfrentan un índice de desempleo 6,5 puntos superior al del total de la población.
Los sectores económicos en los que más se ocupan los jóvenes también reflejan las dinámicas del mercado laboral en el país. El comercio y la reparación de vehículos es la rama que mayor cantidad de jóvenes emplea, representando el 19,2% del total de jóvenes ocupados. Le sigue el sector agropecuario con el 14,5%, y la manufactura con el 10,7%. No obstante, algunas áreas mostraron una reducción significativa en la cantidad de jóvenes empleados. En el último trimestre del 2024, se registró una pérdida de 51.000 empleos en el sector de actividades profesionales y científicas, mientras que el sector de la construcción reportó una caída de 23.000 puestos de trabajo para jóvenes.
El desempleo juvenil varía considerablemente por regiones. Según el Dane, la ciudad con la tasa más alta de desempleo juvenil en el último trimestre del 2024 fue Quibdó, donde alcanzó un preocupante 39,9%. Otras ciudades con altas tasas de desocupación en jóvenes fueron Riohacha (24,5%) y Barranquilla (23,1%). En contraste, las ciudades con las tasas de desempleo juvenil más bajas fueron Villavicencio (11,2%), Bucaramanga (12,2%), Medellín (12,7%) e Ibagué (14,6%).
Frente a este panorama, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló la importancia de generar estrategias para facilitar la inserción laboral de los jóvenes. En un reciente informe, el organismo afirmó: “Es esencial desarrollar estrategias que faciliten la transición de las personas jóvenes desde el estudio al mundo del trabajo y que les permitan pasar de la economía informal al empleo formal, ofreciéndoles oportunidades de formación y desarrollo profesional, especialmente en competencias y habilidades digitales, contribuyendo de manera significativa al crecimiento económico de la región”.
A nivel regional, la OIT identificó que la tasa de ocupación juvenil en los 12 países analizados durante el segundo trimestre del 2024 fue del 41,4%, mientras que la tasa de los adultos alcanzó el 62,8%. A pesar de una reducción progresiva en el desempleo juvenil, este sigue siendo alto en comparación con la población adulta. En América Latina, los países con mayores tasas de desempleo juvenil son Uruguay (28,1%), Costa Rica (23,3%) y Colombia (20,6%).