La ola de criminalidad en el norte del país ha alcanzado niveles alarmantes, con la región La Libertad como uno de los principales focos de violencia. En lo que va del año, se han registrado 28 asesinatos en la zona, mientras que los casos de extorsión con dinamita se han vuelto una constante. Frente a esta situación, cientos de ciudadanos salieron a las calles de Trujillo para exigir acciones concretas contra las bandas criminales. En medio de la protesta, los manifestantes quemaron un ataúd en la Plaza de Armas y dirigieron sus reclamos hacia el gobernador regional César Acuña, a quien responsabilizan por la falta de seguridad en la región.
El incremento de asesinatos y delitos vinculados a mafias criminales ha generado un clima de inseguridad en la región. La extorsión mediante explosivos es una práctica habitual que atemoriza a comerciantes y el crimen organizado ha extendido su control sobre diversos sectores, lo que ha provocado la indignación de la población que exige medidas a sus autoridades.
Ante este panorama, la ciudadanía ha expresado su descontento con las autoridades locales, acusándolas de no implementar medidas efectivas para frenar la violencia. Entre los principales señalados está el gobernador regional, César Acuña, a quien los manifestantes responsabilizan por la falta de estrategias concretas para combatir el crimen.
Protesta en la Plaza de Armas de Trujillo
En respuesta a la inseguridad que atraviesa la región, un grupo de ciudadanos se congregó en la Plaza de Armas de Trujillo para manifestarse contra la violencia y la falta de acciones por parte de las autoridades. Durante la protesta, los manifestantes quemaron un ataúd como símbolo de su rechazo a la impunidad con la que operan las bandas criminales en la zona.
Con pancartas y arengas, los protestantes exigieron medidas urgentes a la presidenta de la República, Dina Boluarte, así como a las autoridades locales. “No podemos seguir viviendo con miedo, la delincuencia se ha apoderado de nuestras calles”, expresó uno de los asistentes a la movilización. En la concentración se escucharon gritos de “Acuña nunca más”, en alusión al gobernador regional, a quien acusan de no tomar acciones concretas para mejorar la seguridad en la región.
Otros manifestantes tildaron al líder de Alianza para el Progreso (APP) como ‘Judas incapaz’, al considerar que le habría dado la espalda a la ciudad de Trujillo y que su falta de acción permitió el avance de peligrosas organizaciones criminales como ‘Los Pulpos’. Como muestra de indignación quemaron en el ataúd polos con el nombre César Acuña.
Rechazan marcha por la paz de Acuña
Mientras la protesta ciudadana se llevaba a cabo en la Plaza de Armas, el Gobierno Regional de La Libertad organizó una marcha por la paz en otro punto de la ciudad. A esta movilización se sumaron diversos gremios e instituciones, con el propósito de hacer un llamado a la unidad contra la delincuencia.
Los participantes de esta marcha vestían polos blancos con el nombre de César Acuña, lo que generó rechazo entre los ciudadanos, quienes consideraron que la manifestación tenía intereses políticos. Pese a ello, el evento contó con la presencia de distintas organizaciones que expresaron su preocupación por la inseguridad y pidieron soluciones urgentes para frenar la ola de violencia que afecta a la región.
Los ciudadanos que participaron en la protesta en la Plaza de Armas se mostraron distantes de la marcha convocada por el Gobierno Regional. Alegaron que la movilización oficial estaba politizada y no representaba el verdadero sentir de la población afectada por la inseguridad. “No estamos aquí para hacer propaganda, estamos aquí para exigir justicia”, afirmó un manifestante para las cámaras de Ozono Televisión.
Tres muertos en menos de 24 horas en La Libertad
En menos de 24 horas, tres personas fueron asesinadas en distintos distritos de la región La Libertad, en medio de una creciente ola de violencia que las estrategias implementadas por la Policía Nacional del Perú (PNP) no han logrado frenar.
El primer ataque se registró en el anexo de Roma, en el distrito de Casa Grande, provincia de Ascope. Sicarios acribillaron a Jorge Ganoza Moreno, un futbolista de 18 años, mientras entrenaba con su equipo. A pesar de ser trasladado al hospital de EsSalud de Casa Grande, los médicos confirmaron su fallecimiento.
Pocas horas después, en el anexo de Chuín, también en Ascope, una mujer fue asesinada a balazos durante un asalto. La víctima, cuya identidad aún no ha sido confirmada, viajaba en una unidad de transporte de la empresa Diez Ases, que cubría la ruta Pacasmayo – Trujillo. Este crimen subraya el aumento de la inseguridad en la región, donde el sicariato y la violencia continúan en ascenso.
El tercer asesinato ocurrió en el distrito de Laredo, en la ciudad de Trujillo, actualmente en estado de Emergencia. Javier Hugo Fernández Chacón, de 25 años, fue atacado a tiros por desconocidos mientras se encontraba en una losa deportiva en la zona de Víctor Raúl. Tras ser trasladado al hospital de Laredo, los médicos certificaron su muerte.