Pekín, 7 nov (EFE).- El primer ministro chino, Li Qiang, expresó el apoyo de China a "los esfuerzos de reconciliación y transición política" de Birmania en una reunión con el líder de la junta militar Min Aung Hlaing, recogen medios estatales.

"China apoya a Birmania para que avance en la reconciliación y la transición política", dijo Li en la reunión, celebrada en los márgenes de una cumbre para la cooperación económica entre los países del Mekong (China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam) en la ciudad de Kunming, en la región suroccidental de Yunnan.

Se trata del primer viaje a China y uno de los escasos desplazamientos al extranjero del líder de la junta birmana, que también ha estado en Rusia y en Indonesia poco después de la asonada del 1 de febrero de 2021 para una cumbre del Sudeste Asiático, a las que posteriormente se le dejó de invitar.

Pekín no condenó el golpe militar, pero está intentando garantizar la estabilidad de un país con el que comparte más de 2.100 kilómetros de frontera y en el que tiene numerosos proyectos.

Li agregó que China siempre ha tratado sus relaciones con Birmania "dentro de una posición importante en su diplomacia vecinal", y destacó que "siempre apoyará a ese país en la elección de un camino de desarrollo adecuado a sus características nacionales".

También mostró la disposición de China a trabajar con Birmania para "avanzar de manera constante en la construcción del Corredor Económico China-Birmania en el marco de la cooperación las Nuevas Rutas de la Seda".

Asimismo, afirmó que ambas partes pueden "fortalecer la cooperación en educación, cultura y turismo, mejorar los intercambios y combatir conjuntamente los delitos transfronterizos como los juegos de azar en línea y el fraude en las telecomunicaciones".

Por último, Li expresó su esperanza de que Birmania "garantice la seguridad del personal, las instituciones y los proyectos chinos en ese país".

Mientras, Min Aung Hlaing, citado por la agencia estatal china Xinhua, aseguró que "Birmania agradece a China por su valiosa asistencia al desarrollo económico y social" de su país.

De acuerdo con la fuente, el líder de la junta aseveró que "valora el papel positivo de China en la promoción de la paz y la reconciliación en Birmania" y que su país "hará todos los esfuerzos posibles para garantizar la seguridad del personal, las instituciones y los proyectos chinos".

"Esperamos aprovechar la oportunidad del 75º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas el año próximo para consolidar la amistad bilateral y profundizar la cooperación en ámbitos como la economía, el comercio, la inversión, la agricultura y la reducción de la pobreza", agregó.

Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores de China Mao Ning subrayó este jueves en rueda de prensa que el gigante asiático "apoya la soberanía y la integridad territorial de Birmania", además de respaldar "el proceso de transición política" en la nación del Sudeste Asiático.

Además, la vocera destacó la importancia de la cumbre para la cooperación económica entre los países del Mekong para "mantener la cooperación" entre las naciones de la región y "construir una infraestructura más eficiente y profundizar en ella".

La visita de Min Aung Hlaing se produce en circunstancias especiales. El pasado agosto, el canciller chino, Wang Yi, se reunió con el jefe golpista en Birmania y le urgió a celebrar "elecciones inclusivas", en medio de las derrotas del Ejército más de tres años después del levantamiento militar.

Apenas un mes después, la junta birmana hizo un llamamiento a las guerrillas de minorías étnicas y las fuerzas prodemocráticas con las que se enfrenta para negociar una salida política de cara a la celebración de elecciones, oferta que rechazaron y que repitió en octubre.

Aunque los intercambios diplomáticos entre la junta militar y China tanto en Birmania como en la potencia asiática no han cesado desde la asonada, se han hecho más públicos con los años, así como la mediación de Pekín en el conflicto.

China, que comparte 2.129 kilómetros de frontera con Birmania, adopta en general un enfoque pragmático con el volátil país, y mantiene vínculos tanto con los generales como con grupos rebeldes y la oposición prodemocrática para asegurar sus numerosos proyectos económicos allí lidere quien lidere.

El golpe, justificado por los militares por un supuesto fraude durante los comicios de noviembre de 2020, ganados con el aval de observadores internacionales por la Liga Nacional para la Democracia (LND) de la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, detenida desde la sublevación, abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que sufre Birmania desde hace décadas.