Mauro Icardi y la China Suárez siguen jugando a las escondidas

En un capítulo más de este intrincado triángulo mediático, Mauro Icardi y la China Suárez vuelven a ser protagonistas de un cruce de mensajes y gestos en redes sociales que no hacen más que alimentar las especulaciones en torno a su supuesta relación. Mientras el futbolista evita las declaraciones directas y Wanda Nara lo acusa con palabras contundentes, el rosarino parece responder de forma velada, jugando con las expectativas de quienes siguen de cerca este escándalo.

Desde su casa en Nordelta, aquella propiedad que se convirtió en el escenario simbólico de este drama sentimental, Icardi publicó en las últimas horas una imagen que no pasó inadvertida para nadie. Con el cielo teñido de un crepúsculo como fondo, una botella de champagne y dos copas en primer plano, el mensaje que acompañaba la foto fue directo: “Salud y mucho amor, feliz año”. Un corazón rojo que, para sus seguidores, tenía destinataria evidente.

Por otro lado, la China Suárez volvió a elegir el misterio como recurso. Una única fotografía, tenue y casi introspectiva, la muestra con la mirada iluminada por la luz de su celular mientras un cielo estrellado se dibuja detrás. Sin palabras, sin brindis, pero con la suficiente carga simbólica para que los usuarios de las redes comenzaran a atar cabos por su cuenta.

Mauro Icardi y un brindis que deja más dudas que certezas

“Todo muy lindo, ahora una de las mismas copas si no te jode”, escribió un seguidor de Suárez, mientras otro agregó: “Dale, China, subí la foto con Mauro, no la hagas más larga”. Y como si las suposiciones no fueran ya abrumadoras, un tercer comentario selló el tono colectivo: “Sí, ya sabemos que te la sacó Mauro”.

Mientras tanto, en un giro que parece estar sincronizado con la narrativa de una novela romántica, ambos se encuentran en un contexto singular. Sin los hijos bajo su cuidado —los menores están al resguardo de Wanda Nara, Benjamín Vicuña y Nicolás Cabré—, la oportunidad de un festejo íntimo suena demasiado perfecta como para no ser imaginada por sus seguidores.

La trama sigue abierta. Los gestos, las imágenes y los silencios actúan como piezas de un rompecabezas que ambos parecen disfrutar construyendo. Mientras tanto, las redes sociales arden con teorías, reclamos y un entusiasmo que no se apaga. Al fin y al cabo, cada publicación es un acto que, aunque sutil, tiene el impacto de un mensaje escrito en letras mayúsculas.

La imagen compartida por la China Suárez

Mientras tanto,Punta del Este Wanda regresó a la Argentina tras varios días de descanso en , donde compartió momentos con su hermana Zaira Nara y su madre, Nora Colosimo. De vuelta en Buenos Aires, la empresaria tuvo el tan esperado reencuentro con sus hijas menores, Francesca e Isabella, tras semanas de separación. Este momento, cargado de emoción, quedó plasmado en una serie de fotografías que compartió en sus redes sociales, mostrando no solo la alegría del encuentro, sino también algunos detalles que desataron nuevas especulaciones.

Entre risas y abrazos, las tres decidieron dedicarse un momento para consentirse con un tratamiento estético. En las imágenes publicadas, se puede ver que madre e hijas eligieron un diseño coordinado para sus uñas, con un llamativo color rosa adornado con un aplique de Hello Kitty. Sin embargo, lo que captó verdaderamente la atención de los seguidores no fue la tierna elección, sino un detalle en la muñeca de Wanda: el tatuaje con el nombre de Mauro Icardi, acompañado de un corazón.

En medio de la batalla legal, Wanda Nara se reencontró con sus hijas (Foto: Instagram)

El tatuaje, que se mostró con claridad en una de las fotografías, reavivó las teorías sobre una posible reconciliación con el delantero del Galatasaray. Aunque Wanda fue reservada respecto a su situación sentimental tras su breve relación con L-Gante, esta marca en su piel volvió a ser motivo de debate entre sus seguidores. “¿Busca la reconciliación?”, se preguntó un usuario, mientras otros señalaron que el gesto podría ser solo un símbolo del vínculo que comparten como padres de sus hijas.

El misterio, como siempre en el caso de Wanda, sigue abierto. Y mientras las especulaciones crecen, las imágenes en sus redes siguen siendo el espejo de una vida que combina el glamour con los claroscuros de la exposición pública.