Organizaciones criminales en México encontraron una nueva herramienta para rastrear, secuestrar y extorsionar a migrantes en su travesía hacia Estados Unidos. Se trata de la aplicación CBP One, creada por el gobierno estadounidense para organizar el flujo de solicitudes de asilo. En específico, fue señalada como una de las plataformas explotadas por los carteles para localizar a quienes buscan una oportunidad de cruzar la frontera.

La aplicación CBP One, creada para organizar las solicitudes de asilo, ha sido utilizada por criminales para rastrear a los migrantes

Migrantes en riesgo: los riesgos del uso de CBP One

La aplicación CBP One, desarrollada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), permite a los solicitantes de asilo programar citas en los puertos de entrada de Estados Unidos. Aunque fue diseñada para regular el proceso, algunos testimonios de migrantes revelan cómo este sistema puede exponer a los usuarios a peligros graves.

En diálogo con el medio San Antonio Express News, Pedro Arandia, un migrante venezolano, relató su experiencia en un refugio en Matamoros, Tamaulipas. En ese sentido, explicó que tanto en aeropuertos como en terminales de autobuses le solicitaron mostrar su cita programada en la aplicación.

En Reynosa, tres hombres lo interceptaron tras comprar boletos de autobús, aparentemente alertados por un agente de venta que tuvo acceso a su información. Secuestraron a Arandia junto a sus sobrinas y los mantuvieron cautivos durante más de dos semanas, trasladándolos entre casas abandonadas mientras exigían un rescate de 8000 dólares a su familia en Texas.

Según especialistas y trabajadores de organizaciones humanitarias, esta modalidad no es aislada. El profesor Oscar Hernández, del Colegio de la Frontera Norte, señaló que la necesidad de mostrar las citas de CBP One convierte a los migrantes en “presas fáciles”, ya que los cárteles conocen sus itinerarios.

Tamaulipas, uno de los estados más peligrosos de México, cuenta con una advertencia de nivel 4 del Departamento de Estado de EE.UU.

El rol del crimen organizado y autoridades mexicanas en el secuestro de inmigrantes

La participación de los carteles en secuestros y extorsiones no es un fenómeno nuevo. Durante años, estas organizaciones diversificaron sus operaciones para incluir el tráfico de personas, al aprovechar las restricciones impuestas tanto por Estados Unidos como por México. Sin embargo, el uso de CBP One amplificó su alcance al ofrecer información precisa sobre el movimiento de los migrantes.

Arandia describió cómo los secuestradores parecían tener comunicación directa con agentes de policía y personal de transporte. “Escuchaba por radio que llegaban cinco cubanos a las 14.00 hs y que debían atraparlos”, mencionó. Según el medio citado, la corrupción dentro de algunas instituciones mexicanas permite que los carteles operen con relativa impunidad, lo que facilita las desapariciones, el control de rutas y la explotación de los migrantes.

De acuerdo con el Departamento de Estado de EE.UU., Tamaulipas cuenta con una advertencia de nivel 4, la más alta posible. El gobierno estadounidense advierte que esta región enfrenta actividades como enfrentamientos armados, desapariciones forzadas y violaciones sexuales, lo que la convierte en una de las zonas más peligrosas para los solicitantes de asilo.

Solo cinco de los ocho puertos de entrada que aceptan citas de CBP One están en Texas, dificultando el acceso seguro a los migrantes

Los efectos de CBP One en los flujos migratorios y la presencia de carteles mexicanos

El presidente Joe Biden impulsó CBP One como una solución para organizar el creciente flujo de migrantes tras la pandemia de Covid-19. La herramienta otorga alrededor de 1450 citas diarias mediante un sistema de lotería. No obstante, las medidas más estrictas implementadas en junio de este año redujeron drásticamente las excepciones para quienes no pueden usar la aplicación.

Entre los ocho puertos de entrada donde se aceptan citas de CBP One, cinco están en Texas y tres en Tamaulipas, zonas controladas por carteles. Christina Asencio, de la organización Human Rights First, denunció que las políticas actuales colocan a los solicitantes en situaciones de peligro inminente mientras esperan ser atendidos.

Aunque la CBP permite reprogramar citas perdidas en un lapso de 24 horas, esta flexibilidad no siempre se cumple en la práctica. Organizaciones de derechos humanos señalaron la falta de un proceso claro para garantizar que los migrantes puedan continuar con su trámite si pierden su cita inicial.