Durante la noche del lunes 25 de noviembre, un juez de la República cobijó con medida de aseguramiento en establecimiento carcelario a Diego Alejandro Murillo Rivera, Anyelo Cárdenas Cuca y Sharon Juliet Martínez Roa, señalados por el homicidio, en mayo de este año, del director de la cárcel La Modelo, el coronel en uso del buen retiro Élmer Fernández Velásquez.
“La estrategia investigativa articulada de la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, que incluyó el análisis de más de 130 videos de cámaras de seguridad, búsquedas selectivas en bases de datos, entrevistas y otras técnicas de policía judicial, puso en evidencia a tres de los presuntos responsables del crimen”, informaron desde el organismo investigador en un comunicado.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
A los tres presuntos homicidas le imputaron los delitos de homicidio agravado, y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, cargos que no aceptaron los tres ciudadanos, pese a las “evidencias y los elementos material probatorios recopilados” que de acuerdo con el ente acusador “permitieron conocer los roles” en el homicidio del servidor público y que conmocionó en su momento a la opinión pública del país.
“Sharon Juliet Martínez Roa y Anyelo Cárdenas Cuca, al parecer, realizaron vigilancias en inmediaciones de La Modelo, detectaron el momento en el que el funcionario salió de la penitenciaría en un vehículo oficial y lo siguieron a bordo de una motocicleta”, revelaron en la Fiscalía sobre la investigación por esos hechos.
Agregaron que estas dos personas mantuvieron comunicación constante con el sicario que le quitó la vida al coronel (r) Fernández, al que previamente le habían informado de “la ruta los desvíos y el destino” hacia el que se dirigía el oficial.
“De otra parte, Diego Alejandro Murillo es señalado de transportar en motocicleta al hombre que disparó contra el entonces director de la cárcel. Así habría facilitado la ejecución del homicidio en la Avenida NQS (Norte Quito Sur) con calle 79, y la posterior huida del sitio”, señalaron en la Fiscalía.
Finalmente recordaron que estas tres personas fueron capturadas en diligencias judiciales que se llevaron a cabo a inicios de este mes en las localidad de Rafael Uribe Uribe, en el sur de la capital colombiana, y en el vecino municipio de Soacha.
A Fernández le arrebataron la vida de forma violenta el 16 de mayo de 2024 mientras se desplazaba en su carro por la avenida NQS con calle 80, en la localidad de Barrios Unidos, cerca de la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova.
Allí, sicarios en motocicleta interceptaron su vehículo y, con un solo disparo, provocaron su muerte en el acto, aprovechando que el tráfico intenso del área impidió su escape.
El coronel (r), de 57 años de edad en el momento de su trágico deceso, había asumido el cargo de director del mencionado penal, unas semanas antes de su fallecimiento, el 4 de abril de 2024.
Durante su administración, introdujo medidas disciplinarias y requisas aleatorias, lo que le generó amenazas.
Se tiene conocimiento de que una semana antes de su asesinato, recibió un panfleto firmado por alias Pedro Pluma, uno de los internos con mayor injerencia en el interior del penal, advirtiéndole que “si continuaba con las requisas, su familia sería atacada”.
El asesinato sacó a la luz las dificultades del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) para asegurar la protección de sus funcionarios, quienes enfrentan amenazas constantes y cuentan con medidas de seguridad insuficientes tanto laboral, como personalmente. De hecho, la entidad informó que entre 2020 y 2024, fueron asesinadas un total 63 personas con vínculos con esa entidad.