Se sabe que no es lo ideal para la salud, pero muchos disfrutan beber una Coca-Cola o alguna bebida azucarada del mismo tipo. En el Ayuntamiento de Boston esto quizás se ponga en jaque por una concejala que propuso comenzar a aplicar un impuesto a estas bebidas para reducir consumo y que los residentes opten por beber agua y no tener que pagar un extra por las gaseosas.
La propuesta de Sharon Durkan
La concejal del distrito 8 de la Ciudad de Boston, Sharon Durkan, fue la encargada de confeccionar la propuesta. Propuso aplicar un impuesto a las bebidas azucaradas con la intención de reducir el consumo de las mismas y que la gente se incline por beber agua y no tener que costear un extra, según Telemundo.
La iniciativa la llamó “impuesto a las bebidas azucaradas” (o SSBT, por sus siglas en inglés) y la expuso en la reunión del consejo municipal. En detalle, en su propuesta se incluye la idea de un impuesto de US$2 centavos por onza (casi 30 mililitros) a las bebidas azucaradas, lo que significa que a un refresco de 20 onzas (600 mililitros) se le sumaría un impuesto de US$40 centavos en Boston.
La principal intención de este proyecto es hacerle frente a los problemas de salud típicos de la ciudad asociados con la ingesta de azúcar como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y la obesidad.
La parte benéfica de la iniciativa
La propuesta que ideó Sharon Durkan tiene beneficios y es que se podrían asignar una parte de los ingresos al fondo general, el cual ayudará a abordar prioridades de toda la ciudad como infraestructura, vivienda y educación. Se estima que el impuesto generaría alrededor de US$20 y US$30 millones anuales que la concejala los quiere invertir en programas de alfabetización alimentaria que enseñen a las familias a cocinar comidas nutritivas, en el apoyo de espacios recreativos y de deportes juveniles.
Por eso, más allá de la reducción del consumo de azúcar en las bebidas, la raíz de esta iniciativa es la creación de una región más saludable que piense y pueda ayudar a las partes más necesitadas.
En 2017, Massachusetts intentó y fracasó en la búsqueda de promulgar un impuesto al azúcar. Ahora, el estado tendría que darle a Boston la autoridad para poder llevar adelante la propuesta, por lo que esto es solo el comienzo del debate.