El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció este viernes la conmutación de las penas de casi 2.500 personas condenadas por delitos no violentos relacionados con drogas, en una acción que busca reducir sentencias que consideró excesivamente severas. Este movimiento marca un récord presidencial para Biden, al otorgar la mayor cantidad de indultos y conmutaciones individuales en la historia del país, según un comunicado de la Casa Blanca.
“Las acciones de clemencia de hoy ofrecen alivio a individuos que recibieron largas sentencias basadas en distinciones desacreditadas entre la cocaína en polvo y la cocaína crack, así como mejoras de condenas obsoletas para delitos de drogas”, declaró Biden. Añadió que estas medidas representan “un paso importante hacia la corrección de errores históricos y la reducción de disparidades en las condenas”.
Estas acciones se producen en un momento crítico, a solo tres días de la inauguración del presidente electo Donald Trump, y mientras Biden revisa posibles indultos adicionales. A pesar de no divulgar los nombres de los beneficiados, el mandatario prometió continuar evaluando solicitudes de clemencia antes de dejar el cargo.
El anuncio sigue a otras medidas recientes de Biden en materia de justicia penal. En diciembre, el presidente conmutó las sentencias de aproximadamente 1.500 personas que habían sido liberadas bajo confinamiento domiciliario durante la pandemia de coronavirus, y perdonó a 39 ciudadanos condenados por delitos no violentos. Este último acto de clemencia fue el más grande en un solo día en la historia moderna de Estados Unidos.
Además, Biden conmutó las penas de 37 de los 40 reclusos en el corredor de la muerte federal, transformando sus condenas en cadena perpetua. Este gesto, realizado pocas semanas antes de que Trump asuma el poder, contrasta con el enfoque del presidente electo, quien ha prometido ampliar el uso de la pena de muerte.
Shaneva D. McReynolds, presidenta de la organización FAMM (Families Against Mandatory Minimums), elogió el legado que Biden deja en materia de reforma de justicia penal. “Con este anuncio, ha establecido un estándar para la clemencia presidencial y ha abordado injusticias que han persistido durante décadas en nuestro sistema de justicia”, afirmó en un comunicado.
Por su parte, Sarah Gersten, directora ejecutiva del Last Prisoner Project, expresó que esta acción brinda esperanza tanto a las personas liberadas como a aquellas que aún permanecen encarceladas debido a delitos relacionados con el cannabis. “Estas decisiones ofrecen un rayo de luz para las familias afectadas por la Guerra contra las Drogas”, aseguró.
Entre los casos más controvertidos, Biden recientemente otorgó un indulto total a su hijo Hunter Biden, que incluye condenas por violaciones federales de armas y delitos fiscales, así como cualquier posible delito federal cometido durante un período de 11 años. Esta medida, según analistas, busca evitar que aliados de Trump persigan judicialmente a su hijo una vez que el nuevo gobierno asuma el poder.
El uso del poder de clemencia presidencial ha generado críticas y elogios a lo largo de la historia. Biden continúa evaluando posibles indultos a funcionarios y aliados, un movimiento que la Casa Blanca considera necesario ante el riesgo de persecuciones bajo el próximo gobierno.
En sus últimos días en el poder, es común que los presidentes utilicen este poder constitucional. Durante su primer mandato, Donald Trump firmó indultos para más de 140 personas en sus últimas horas, incluidos aliados políticos, artistas y figuras públicas.
Biden, por su parte, se despide del cargo con un enfoque centrado en reducir las disparidades de sentencias y abordar lo que calificó como fallos históricos del sistema penal estadounidense.