Cinco meses atrás, Novak Djokovic celebró en París un éxito largamente esperado: el oro en los Juegos Olímpicos. Euforia y algo de alivio después de muchas frustraciones para quien es, para muchos, el mejor tenista de la historia. Aquella medalla dorada era la última gema que faltaba en la galería de grandes éxitos del crack serbio, el que lo ha ganado todo: Australian Open (10 veces), Roland Garros (3), Wimbledon (7), US Open (4), Torneo de Maestros (7), Copa Davis, los nueve torneos de la serie Masters 1000. Además, claro, de cientos de récords que lo convierten en una leyenda viviente. A los 37 años, Djokovic parecía haberse quedado sin grandes objetivos por delante. De hecho, el oro en París fue su único festejo en 2024. Jugó su último torneo en Shanghai, a fines de septiembre; luego pasó por la Argentina para participar de la despedida de Juan Martín del Potro.
Pero, siempre competitivo, el serbio se niega a atravesar la puerta del adiós. El hombre que lideró el mundo del tenis por 428 semanas ensayó una jugada audaz, acorde a su estilo, y contrató como entrenador a Andy Murray, uno de sus rivales más acérrimos. El británico, un crack recientemente retirado, podría haberse negado y seguir disfrutando de la vida tranquila junto a su familia… pero aceptó el reto. No deja de ser significativo para el escocés comenzar su etapa como entrenador en un torneo en el que fue finalista cinco veces… y en cuatro de esas ocasiones cayó frente a Djokovic. Pero allí están ambos, en el Melbourne Park. Primer objetivo de 2025: conquistar el Grand Slam número 25 en la carrera de Djokovic. Un torneo que empezará casi en el mediodía del domingo en Australia, la noche del sábado en Argentina por la diferencia horaria. Al igual que Roland Garros, el Grand Slam oceánico se alargó a quince jornadas de acción. Jornadas de calor, de tenis a toda intensidad y de trasnoches en nuestro país.
Australia ha sido para Djokovic un escenario emblemático, a partir de sus diez títulos. Hubo también un cortocircuito hace tres años, cuando fue deportado a pocas horas del comienzo del torneo por no cumplir la obligación de ingresar vacunado contra el Covid al país. Nole reveló que fue un episodio traumático: hace unos días contó que, cuando llegó al aeropuerto, temía volver a ser expulsado, y denunció que durante su estadía en un hotel para inmigrantes en 2022, cuando fue alojado antes de su expulsión, recibió comida contaminada. “Hice algunos descubrimientos cuando regresé a Serbia. Nunca lo dije públicamente, pero descubrí que tenía un nivel muy alto de metales pesados. Yo tenía plomo, muy alto nivel de plomo y mercurio. Tuve algunos problemas de salud. Y me di cuenta que en ese hotel de retención me dieron comida que me envenenó”, expresó a la revista GQ.
A Djokovic se le permitió volver a Australia en 2023… y fue un regreso con final feliz. El año pasado fue en busca de su undécima corona, pero no pudo en las semifinales con Jannik Sinner, luego campeón. Vuelve ahora como séptimo preclasificado, y con un cuadro muy espinoso. Debut contra el estadounidense Nishesh Basavareddy, 133º del mundo, que viene de obtener excelentes resultados en Auckland; posibles choques en tercera contra el gigante Reilly Opelka –le ganó la semana pasada a Nole en Brisbane–, octavos contra Dimitrov o Lehecka, posibles cuartos de final contra Carlos Alcaraz, semifinales contra Alexander Zverev. Un reto complejo, a la altura de Djokovic.
Después de un 2024 pletórico, con 8 títulos, incluidos dos de Grand Slam, es lógico que Sinner llegue a Australia como gran favorito; lo avalan su condición de campeón defensor y, a la vez, número 1 del mundo. Para el italiano empieza otra aventura: defender a lo largo de la temporada todo lo que ganó en los últimos doce meses y que lo llevó a la cima del planeta de tenis. Sin embargo, antes de su estreno contra el chileno Nicolás Jarry, sobre el italiano asoman los nubarrones por aquellos dos controles antidopaje en los que dio positivo del esteroide clostebol y fue exonerado sin ser suspendido, al aprobarse su explicación de que la sustancia llegó a su cuerpo de manera accidental.
En el ambiente, muchos entienden que Sinner se vio favorecido al no quedar al margen del tour en ningún momento, a diferencia de otros jugadores que fueron suspendidos al menos de manera provisoria. Algo similar sucedió con Iga Swiatek, exnúmero 1 y ahora 2ª del ranking, que dio positivo de trimetazidina y recibió un mes de sanción. El propio Djokovic elevó la voz: “No cuestiono si [Sinner] tomó la sustancia prohibida intencionalmente o no. Algunos jugadores de ranking más bajo esperan que su caso se resuelva por más de un año. Me ha frustrado mucho ver que mantuvieron este caso en la oscuridad durante al menos cinco meses. No es una buena imagen para nuestro deporte”. Nick Kyrgios fue directo al hueso: “Dos números uno del mundo, ambos sancionados por dopaje, es algo repugnante para nuestro deporte. Esto ha sido manejado de manera horrorosa”.
La Agencia Mundial Antidopaje (WADA) no quedó conforme con la decisión de la ATP de soslayar el positivo de Sinner, apeló esa medida ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo y reclama una sanción de uno a dos años; la decisión definitiva llegaría el 17 de abril, según se anunció en Lausana. “Estamos en una etapa en la que no sabemos mucho lo que pasa. Mentiría si dijera que no pienso en esto, pero es lo que hay y vine aquí para intentar ganar. No he hecho nada malo, y por eso estoy aquí y se me permite jugar”, declaró el jugador nacido en San Candido, cerca de la frontera con Austria. Swiatek contó sobre su positivo de trimetazidina –TMZ– por tomar un medicamento para el jet lag: “Fue bastante incómodo. Desde el principio fue obvio que algo estaba contaminado, porque el nivel de la sustancia en mi orina era tan bajo que tenía que ser contaminación”.
Ajeno a estas cuestiones, Carlos Alcaraz aparece al acecho. El murciano, campeón en Roland Garros, Wimbledon y el US Open, buscará en Melbourne completar, con apenas 21 años, el Career Grand Slam. No debería tener mayores problemas para pasar la segunda semana, pero un cruce de cuartos contra Djokovic podría ser el primer partidazo del año. El sorteo del cuadro principal, en todo caso, dejó un beneficiado: Alexander Zverev. El alemán, 2º del ranking y que después del Open viajará a nuestro país para jugar el Argentina Open, no parece tener por delante grandes apremios en el último cuadrante de la llave. Llegó dos veces a las semifinales en Melbourne, incluido el año pasado; más maduro, con 27 años, el germano busca pagar la deuda que tiene consigo mismo de ganar un Grand Slam, premio que se le fue de las manos en más de una oportunidad. No habría que descuidar a Daniil Medvedev. A pesar de ser el 5º del ranking, muchos no consideran al ruso dentro del radar de los candidatos, pero sus tres finales en el Melbourne Park (2021, 2022 y 2024) imponen respeto.
Por el lado de las mujeres, la número 1, la defensora del título y la candidata mayor tienen el mismo nombre: Aryna Sabalenka. La bielorrusa va por su tercer título en fila en Australia, un logro inédito desde que Martina Hingis lo consiguió entre 1997 y 1999. Eso sí: a la líder del tour le aguarda un debut nada fácil ante Sloane Stephens, campeona del US Open 2017. Coco Gauff, tercera favorita, es otra aspirante a la corona.
El Australian Open tendrá también una nutrida delegación argentina, con 11 participantes. Habrá tres jugadoras (Nadia Podoroska, Julia Riera y María Lourdes Carlé), la mejor marca para nuestro país en la rama femenina en Melbourne desde 2008, aunque el sorteo deparó rivales complejas. Por el lado de los varones, una meta importante sería llegar a la segunda semana, aunque se trata de un objetivo nada sencillo en suelo australiano: sólo Diego Schwartzman (2018 y 2020) alcanzó los octavos de final en las últimas 12 temporadas. Si surge alguna oportunidad de sumar valiosos puntos, mucho mejor. A orillas del río Yarra, casi en pleno downtown de Melbourne, el Australian Open abre a lo grande una nueva temporada.
Cruces destacados de la primera ronda
- Jannik Sinner (Italia, 1er preclasificado) vs. Nicolás Jarry (Chile)
- Novak Djokovic (Serbia, 7º) vs. Nishesh Basavareddy (Estados Unidos)
- Alex de Miñaur (Australia, 8º) vs. Botic van de Zandschulp (Países Bajos)
- Andrey Rublev (Rusia, 9º) vs. Joao Fonseca (Brasil)
- Holger Rune (Dinamarca, 13º) vs. Zhizhen Zhang (China)
- Giovanni Mpetshi Perricard (Francia, 30º) vs. Gaël Monfils (Francia)
- Aryna Sabalenka (Bielorrusia, 1ª) vs. Sloane Stephens (Estados Unidos)
- Coco Gauff (Estados Unidos, 3ª) vs. Sofia Kenin (Estados Unidos)
- Naomi Osaka (Japón) vs. Caroline García (Francia)
- Sebatián Báez (Argentina, 28º) vs. Arthur Cazaux (Francia)
- Francisco Cerúndolo (Argentina, 31º) vs. Alexander Bublik (Kazajistán)
- Tomás Martín Etcheverry (Argentina) vs. Flavio Cobolli (Italia, 32º)
- Mariano Navone (Argentina) vs. Jack Draper (Gran Bretaña, 15º)
- Julia Riera (Argentina) vs. Beatriz Haddad Maia (Brasil)