Las botas altas son uno de los estilos favoritos en el guardarropa de invierno y otoño; sin embargo, saber cómo guardar correctamente este tipo de calzado, especialmente cuando se trata de caña alta o sobre la rodilla, es fundamental para prolongar su vida útil y evitar deformaciones.
Para guardar botas altas, es esencial mantener la caña firme y recta. Una opción recomendada es utilizar rellenos específicos, también conocidos como “soportes para botas”, disponibles en tiendas de accesorios para el hogar. Estas herramientas están diseñadas para evitar que la caña se doble.
En su defecto, los expertos sugieren alternativas prácticas y accesibles, como el uso de toallas enrolladas o incluso revistas gruesas, colocadas en la caña para que esta se mantenga en una posición vertical y sin pliegues.
Otro consejo clave es el uso de bolsas de tela o fundas transpirables para cada par. Según el portal de moda Refinery29, las botas de materiales como cuero, gamuza o nobuk necesitan aireación, y cubrirlas con bolsas de tela ayuda a protegerlas del polvo y la humedad sin sacrificar la circulación de aire, lo cual es importante para evitar la proliferación de hongos y malos olores.
Por otro lado, para guardar las botas en el armario de forma ordenada y sin que ocupen demasiado espacio, se recomienda el uso de zapateros ajustables en vertical o estantes de altura regulable. Esto permite maximizar el espacio de almacenaje, manteniendo cada par en un lugar accesible y visible, sin comprometer su forma.
El cuidado adecuado de las botas altas también implica un mantenimiento previo: antes de guardar las botas, es importante asegurarse de limpiarlas y aplicarles un producto protector contra la humedad y el polvo, especialmente si no van a volver a ser utilizadas durante varios meses. Al seguir estos consejos basados en recomendaciones de especialistas, se pueden mantener las botas altas en óptimas condiciones, listas para usarlas cada temporada sin perder su forma ni estilo.
Autor: Jannet García.