En medio del furor por su presencia en la Fórmula 1, el piloto argentino Franco Colapinto perdió el control de su auto, se despistó, dio una serie de trompos y terminó por chocar contra una de las barreras de contención de la pista del Autódromo José Carlos Pace, más conocido como Interlagos, en la ciudad de San Pablo.

El accidente ocurrió pocos minutos después de que comenzara la qualy de este domingo, que ordenará las posiciones para la carrera, cuyo horario está previsto por el momento para las 12.30, ya que ambos eventos tuvieron que ser reprogramados por las fuertes lluvias que tienen lugar en la ciudad brasileña. Stéfano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, explicó por qué tuvo que demorarse la clasificación: “Las condiciones no son las adecuadas. Y hay un problema con la luz. Las condiciones climáticas deben ser las adecuadas. Tenemos que agradecerles a los fanáticos, pero sabrán entender la decisión”.

Tras el accidente, el pilarense de Williams Racing quedó en el puesto 18° y fue desplazado en las posiciones hasta la eliminación de la Q1, junto con Lewis Hamilton, Oliver Bearman, Nico Hulkenberg y Zhou. De esta forma, largará desde el puesto 15 en la carrera principal. “Muy triste, perdón por el equipo, que tiene mucho trabajo”, dijo Colapinto al ser consultado después del accidente.

Max Verstappen, de Red Bull, terminó 1° en la Q1, mientras que Alex Albon -compañero de Colapinto en Williams- finalizó segundo. La sorpresa fue Hamilton, que con Mercedes quedó al margen de la clasificación al concluir 16°. Asimismo, Lando Norris superó por dos décimas a Hamilton, para ubicarse en el último casillero de la Q1.

Pese al incidente, el piloto argentino atraviesa uno de sus mejores momentos a nivel profesional en este sexto GP luego de sus participaciones en Monza, Bakú, Singapur, Austin y Ciudad de México. En la tabla de posiciones de pilotos se ubica 18° con cinco puntos, cuatro conseguidos en Azerbaiyán (fue octavo) y uno en Estados Unidos (terminó décimo). En su debut en Italia, en tanto, llegó 12°, en Marina Bay finalizó undécimo, y el último fin de semana quedó duodécimo en México.

Así se llevaban el auto de Colapinto tras el choque.

En este marco, miles de argentinos viajaron al país vecino para apoyarlo. Ahora, Colapinto tiene a su propia hinchada en San Pablo, y no se trata solo de argentinos, sino de cientos de brasileños, uruguayos y paraguayos que están cada día más cerca del piloto argentino que provoca una pequeña gran revolución la Fórmula 1.

“Es una locura. Gracias por venir, es muy lindo el apoyo que estoy teniendo. Me hicieron sacar una sonrisa y… gracias”, dijo después de la sprint race, en la que terminó 12°.