El ambicioso proyecto de tren de alta velocidad de California, que busca conectar Los Ángeles con Las Vegas, está cada vez más cerca de volverse realidad. Bajo el nombre Brightline West, esta línea privada promete ser la primera de su tipo en Estados Unidos, uniendo a dos icónicas ciudades a través de una red ferroviaria moderna y sostenible.

Así es Brightline West, el tren que viajará de California a Las Vegas

El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que la iniciativa impulsará la economía local en regiones como el Valle Central, históricamente relegadas. “Este tren no solo transformará cómo nos movemos, sino también cómo crecen nuestras comunidades”, afirmó Newsom a principios de enero.

El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que la iniciativa mejorará la conectividad entre el sur del estado y Nevada

Brightline West promete un trayecto de 350 kilómetros entre Las Vegas y Rancho Cucamonga, en el sur de California, en apenas 2 horas y 10 minutos. Equipados para alcanzar velocidades de hasta 300 kilómetros por hora, estos trenes eléctricos se destacan como una alternativa sostenible frente al transporte en automóvil o avión, especialmente en una región conocida por su alta congestión vehicular.

El tren hará un trayecto de 350 kilómetros entre Las Vegas y Rancho Cucamonga

Los trenes partirán cada 45 minutos desde estaciones estratégicas, como una ubicada al sur del famoso Strip de Las Vegas y otra en Rancho Cucamonga, a 65 kilómetros del centro de Los Ángeles.

El principal desafío para el Brightline West

A pesar del optimismo estatal, el tren de alta velocidad enfrenta un panorama complejo. Con un costo que asciende a miles de millones de dólares, gran parte de los fondos necesarios depende de subvenciones federales, un recurso que podría tambalearse bajo la administración de Donald Trump.

En este contexto, el congresista republicano Kevin Kiley, conocido crítico del proyecto, presentó hace un mes un proyecto de ley para bloquear el financiamiento federal, al que calificó como “un gasto desmedido e innecesario”. Este tipo de oposición no solo complica la viabilidad económica del plan, sino que refuerza el escepticismo de quienes cuestionan su rentabilidad a largo plazo.

Newson teme no contar con los fondos necesarios para terminar el proyecto que, en gran medida, depende de subvenciones federales

Por otro lado, el gobernador Gavin Newsom continúa defendiendo el tren como una inversión clave para el desarrollo económico del estado y un paso hacia la transición a una infraestructura más ecológica.

En un momento donde el cambio climático exige respuestas inmediatas, el proyecto busca posicionarse como un ejemplo de sostenibilidad a nivel nacional. Según Newsom, además de reducir las emisiones de carbono, el tren podría ser un catalizador para modernizar el transporte en Estados Unidos, marcando un antes y un después en la conectividad entre estados.

Las expectativas por Brightline West en California

Durante su construcción, se espera que genere miles de empleos en la zona del Valle Central. Además, las estaciones a lo largo de la ruta podrían abrir nuevas oportunidades económicas, revitalizando regiones que históricamente han estado rezagadas en términos de inversión.

Con una fecha de inicio de operaciones proyectada para 2030, el plan enfrenta retos técnicos, políticos y financieros que podrían retrasarlo aún más, sobre todo ante los recientes incendios en California, que causaron una gran devastación en el condado de Los Ángeles y que ocupan un lugar prioritario en el presupuesto.