La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) ha iniciado una investigación tras el asesinato de Ramón Enrique “N”, alias “El Kiki”, integrante de Los Pelones, brazo armado de Los Chapitos en la entidad. Este sujeto también es señalado por ser lugarteniente de Omar Félix Loaiza, alias El Pelón,líder de la céulala y considerado objetivo prioritario.
El hombre, quien había sido detenido en noviembre de 2024 por delitos federales, se encontraba en libertad luego de que un juez federal modificara la medida cautelar que lo mantenía bajo custodia.
El homicidio de El Kiki ocurrió el pasado 6 de febrero alrededor de las 21:00 horas en el estacionamiento de una tienda de conveniencia situada en la colonia Dunas, en la ciudad de Hermosillo, Sonora.
Según informó la FGJES, el incidente fue un ataque directo en el que se utilizaron armas de fuego de alto poder. En el lugar, las autoridades localizaron un vehículo Nissan Máxima de color azul, en cuyo asiento trasero se encontraba el cuerpo sin vida de Ramón Enrique “N”, con múltiples impactos de bala.
De acuerdo con la información proporcionada por la FGJES, Ramón Enrique “N” había sido identificado como lugarteniente de El Pelón que opera en la región. Su detención inicial fue llevada a cabo por la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), tras lo cual fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) en Hermosillo.
El proceso penal en su contra estaba relacionado con la portación y posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Sin embargo, un juez federal resolvió modificar la medida cautelar que lo mantenía detenido, permitiéndole enfrentar el proceso en libertad. Esta decisión ha generado cuestionamientos, y la FGJES ha anunciado que dará vista a la Fiscalía General de la República (FGR) para que se analice la resolución judicial que permitió su liberación.
La FGJES ha señalado que trabaja en conjunto con diversas corporaciones de seguridad para identificar y localizar a los responsables del ataque. En el lugar de los hechos se encontraron múltiples indicios balísticos, lo que refuerza la hipótesis de que se trató de un ataque premeditado.
Este caso se suma a una serie de incidentes que reflejan los desafíos que enfrentan las autoridades en su lucha contra el crimen organizado en Sonora.