La Policía de la Ciudad detuvo en las últimas horas a una mujer peruana de 36 años luego de descubrir que transportaba en su vehículo 14 panes de cocaína y 130 dosis listas para su comercialización que sumaba 17,300 kilos. Por el mismo hecho, fue allanada una vivienda en el barrio de La Boca.

En un patrullaje preventivo de rutina, un grupo de uniformados visualizó, en el barrio porteño de Almagro, que había una camioneta Chevrolet Tracker estacionada en la puerta de un taller, más precisamente en la intersección de Agrelo y Sánchez de Loria, informaron las fuentes de esa fuerza. El rodado tenía sus balizas encendidas y su conductora miraba a su alrededor con insistencia, como nerviosa, lo que no pasó desapercibido para los agentes.

Estaba estacionada en una calle de Almagro, con balizas encendidas y muy nerviosa: tenía en su rodado más de 17 kilos de cocaínaEstaba estacionada en una calle de Almagro, con balizas encendidas y muy nerviosa: tenía en su rodado más de 17 kilos de cocaína

Cuando los efectivos se acercaron para identificarla, la mujer intentó escapar a toda velocidad, pero fue interceptada a pocos metros. Al requisar el vehículo, los efectivos hallaron en su interior 14 panes de cocaína y 130 envoltorios con la misma sustancia listos para comercializar.

Estaba estacionada en una calle de Almagro, con balizas encendidas y muy nerviosa: tenía en su rodado más de 17 kilos de cocaína

Posteriormente, y por el mismo hecho, efectivos de la División Investigaciones Comunales realizaron un allanamiento conjunto con la División Antidrogas Sur IV en un inmueble ubicado en la calle Pedro de Mendoza al 1200. También participó personal de la División Perros. En la causa interviene ahora el Juzgado Criminal y Correccional Federal N.º 2, a cargo de Sebastián Ramos, que labró actuaciones por infracción a la Ley de Drogas.

Condenaron a cuatro bomberos por transportar 314 kilos de cocaína ocultos en un móvil del cuartel

Eran bomberos

En Aguas Blancas, la localidad que sirve de puerta de entrada al país en la frontera caliente del contrabando con Bolivia, los efectivos fueron condenados por tráfico de droga a penas de entre 3 y 8 años de prisión por haber ocultado, en el móvil oficial del cuartel, 314 kilos de cocaína.

Julio Armando Araníbal y Andrés Florentín Salto recibieron penas de 7 y 8 años, respectivamente, como coautores del tráfico de estupefacientes. Nahuen Galarza, 4 años y seis meses de cárcel; y Federico Gastón Reyes, 3 años de prisión en suspenso, con libertad restringida y prohibición de salir del país.