No siempre se necesita de enormes inversiones para renovar, a veces es cuestión de ingenio. Basta ver algunos ejemplos de casas reales para entender la fuerza que la creatividad y un buen uso del color pueden tener.

En el rincón, sillón ‘Pipe’, de Cristián Mohaded para Interieur Forma. Lámpara de pie (Imdi). Mesas blancas (Cúmulo). Mesitas negras (GHC)

Líneas, triángulos, recortes estructurales o detalles pintados en un color pueden contribuir a jerarquizar un ambiente, realzar algún aspecto o por qué no, disimular.

Sin autores

“Como no se podía incluir arte en las paredes, elegí generar un lenguaje de rayas que atraviesa todo el departamento de distintas maneras: en paredes pintadas, en alfombras o en artefactos de iluminación. La raya funciona así como hilo conductor del proyecto”, cuenta Joanne Cattarossi.

Con el foco muy puesto en el diseño argentino, el interiorismo propone un juego entre el estilo clásico de la construcción y un lenguaje de lo más contemporáneo.

La diseñadora fue la responsable del interiorismo en “Casa Alberto Heredia” la primera residencia para artistas del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.

Una joyita

En su casa, ubicada en las afueras de Ciudad del Cabo, la diseñadora de joyas Kirsten Goss tuvo a los colores como grandes aliados.

Un playroom explosivo, pero a prueba de balas: “Toda casa necesita un rincón relajado, donde no importa si algo se raya o se mancha”. La mezcla de colores intensos lo hace divertido sin infantilizar el resto del ambiente que integra.

Aunque en toda la casa se apostó por las paredes blancas con muebles y objetos de color, la puerta roja se estiló pintando hasta el cielo raso la pared que la rodea.

“Por mis abuelos, crecí rodeada de diseño escandinavo, y desde chica me atrajo su sofisticación. Súmenle a eso una infancia africana, de experiencias viscerales de la naturaleza, y se imaginarán el combo: colores vibrantes y bulliciosos en formas minimalistas y audaces”, reflexiona la diseñadora sobre su propio bagaje.

Dar vida al espacio

Cuando Carolina Perrot, investigadora social, consultora y autora, proyectó su casa, hace más de quince años, el plan era tener una planta abierta, con áreas definidas por las piezas de mobiliario estrictamente necesarias, minimalismo puro. Pero al cambiar la configuración familiar, Carolina quiso renovar el interiorismo.

Casi como un cuadro, el fondo amarillo de la estantería fue elegido para destacar la vajilla y convertir los objetos cotidianos en una suerte de obra de arte.

“En un punto me di cuenta de que la casa ya no me representaba, era demasiado minimalista”, reflexiona Carolina. Los libros, las plantas, los objetos decorativos y el uso del color marcaron fueron los elementos capitales para darle un nuevo tono.

Inspirada en el sol

Como una ilusión óptica, la franja vertical de este living simula la entrada del sol. Con una línea más fina que atenúa el contraste, toma el ángulo para abrazar el sofá integrando el conjunto.

“Se tomó el ángulo para abrazar el sofá e integrar el espacio”, explica Monge que eligió el amarillo ‘6676′ de Sherwin Williams.

Camila Monge es dueña de un estilo original y lúdico, atravesado por el color y la geometría. Como arquitecta, paisajista y exmiembro de la comisión Malba Joven, vuelca en sus reformas nociones de diseño, naturaleza y arte. Ejemplo perfecto es el living de su departamento en Recoleta en el que propuso esta irrupción del amarillo que busca compensar la falta de luz natural en este living. Para que no se produjera un corte abrupto con el resto de la pared, pintaron franjas para un efecto de movimiento y desmaterialización.

A rayas

Decoradora y dueña del estudio de diseño Alicia Deco, Alicia Keergaard, se instaló en su casa de cañuelas hace casi cuarenta años. Si bien su lugar cambio muchísimo y se multiplicó en espacios, la cocina fue el único ambiente que se mantiene casi igual desde que compraron la casa.

Éxito garantizado: la misma cocina con su piso de ladrillos se modernizó por completo gracias a estas rayas en blanco y negro. ¿El truco? Elegir franjas XL.

Con sus pisos de ladrillo de los años setenta y ventanas de guillotina de madera convida calidez de inspiración rural. La intervención de rayas fue el gran recurso con el que le dio un aire nuevo a un rincón de años.

Falsa alfombra

“A mi no me tira tanto la seguridad; yo me divierto mucho en mi casa. Soy ecléctico de siempre”, asegura el arquitecto Fernando Malenchini.

Fuera de los clásicos estantes, la grilla de la biblioteca hecha a medida enriquece la llegada al primer piso con su trama, su profundidad y su variedad de color.

Una alfombra pintada da un carácter único al hall de entrada de su casa: “La hice así por una idea que tomé del Instagram de mi amiga Charlotte Lawson Johnston”.

En su casa, el arquitecto tira de la cuerda hasta lograr la tensión justa entre contexto y contenido, sorpresa y sosiego, coro y prima donna. El que sabe, sabe.

Actualizar un clásico

Cuando la artista visual Catalina White y su marido fueron a ver esta casa de Alberto Prebisch, precursor del estilo moderno en nuestro país, fue amor a primera vista. Estudiaron en profundidad al arquitectoy se sumergieron en cada detalle de este proyecto de 1936 –llamado Casa Romanelli– a través de libros, documentales y entrevistas a expertos.

La casa fue proyectada para aprovechar al máximo el espacio, que tampoco es tanto. “Gracias a los placares bajo las ventanas, por ejemplo, no necesitamos muebles de guardado extra”.

Del mismo gris que el mobiliario, el respaldo de cama continúa con la idea del gran zócalo debajo de la ventana.

“Al principio, muchas cosas nos parecían tan anticuadas que las queríamos dinamitar. Pero estudiamos a fondo la vida y obra de Prebisch y entendimos que la casa vale oro, así que no paramos hasta devolverla a su estado original”, confiesa White.

Juego de color

Pie de cama ‘Panda’, carpa de juego, alfombras ‘León’ y ‘Hoja’, regla medidora, perchero de animales, guirnaldas y juguetes (todo de Algo Bonito Universo Kids). Estantes hexágono y caballito de madera (ambos de Maderera Decorlam).

Para incorporar el color favorito del usuario de este dormitorio, se apeló a un diseño que extiende horizontalmente la pared. El remate con los picos asimétricos aporta un original toque lúdico.

“En el dormitorio de los chicos nos permitimos jugar un poco más con la paleta y las formas. El azul tenía que estar sí o sí, porque es el color preferido del principal usuario hasta el momento”, cuentanlas las arquitectas Joy Zimmerman y Camila Castillo, del estudio Ideï sobre este dormitorio infantil. Diseñado para dos varones de 3 y 1 año, en el cuarto se combinan acolchados, almohadones y alfombra en tonos neutros con un dibujo de picos en la pared inspirado en azul marino.

En tonos pastel

La diseñadora de interiores Rosario Pinasco había visto el diseño de franjas en internet y lo adaptó para el cuarto de su hija menor. Para hacerlo, le bastó con tres banquitos de madera, cinta de enmascarar y buena mano para la pintura.

Sobre las escaleras de madera compradas en el Mercado de Tigre se destaca el pingüino de patchwork (Dorothy Jane).

“Pensamos nuestra casa como un lugar funcional para los chicos, para que puedan invitar a amigos; que sea práctica, con ambientes amplios que puedan usar a gusto”.

En durazno

“Tenía muchas ganas de construir mi propia casa”, cuenta Verónica Gilotaux, arquitecta del Estudio Mezcla, proyectista, lighting designer y directora de obra de este PH en Parque Saavedra.

Acolchado de algodón bordado (De Levie), manta (NTR Studio) y almohadones (De Levie).

El tono durazno sectoriza el dormitorio llevando luz a la cabecera de la cama y enciende las vetas más luminosas de la madera.

En su dormitorio, la arquitecta apostó por una sola pared pintada a tono con los almohadones, que además de darle carácter al ambiente realza la cama de diseño propio.

Enmarcando

Simple y eficaz, un triángulo azul marino se recorta sobre el tabique blanco y le da soporte visual a la colección de autitos colocada a modo de exposición.

En la planta alta de esta casa diseñada por MLS Estudio para una familia de cinco integrantes, se planificaron cuartos para los tres hijos. Cada uno sigue sus gustos y las necesidades de la edad con sectores de descanso y juego, escritorios y cómodos espacios de guardado. El recorte en la pared en este cuarto mantiene el espíritu minimalista aunque en un tono más lúdico.

Poner en relevancia

El baño tiene pocos metros muy bien distribuidos.

El bordó en la sección superior visualmente estira la pared y baja la altura del techo. Los cerámicos dispuestos en forma vertical también estilizan este ambiente compacto.

En la casa de la diseñadora de interiores Paula Muschietti, de Estudio LODD, sus hijos Emma, Benicio y Philippa eligieron la decoración y los colores para sus dormitorios y baños. En la de su hija mayor se eligió la combinación de grifería, espejo y mampara negra y con revestimientos blancos y techo en bordó.

De piso a techo

De vuelta en la casa de Malenchini, sigue la apuesta por los pisos pintados; esta vez en una cocina a rayas.

El mueble abierto deja ver la vajilla colorida, un elemento decorativo más.

Las rayas grises y blancas en el piso forman una muy resistente alfombra de pintura epoxi. La combinación con la heladera italiana roja logra un complemento cromático ideal y le da una personalidad única.

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