“Era chica, incómoda y muy oscura. Desde un inicio supimos que había que hacerla desde cero”, afirma la arquitecta Cecilia Fidanza sobre la cocina de un departamento que reformó hace un tiempo. Ubicado sobre la coqueta avenida Alvear, el lugar es el pied-à-terre que una familia de zona Sur tiene en Recoleta.

   

Clásico de otros tiempos, el formato original tenía una una clásica cocina pasillo, un pequeño lavadero y dependencia: una cantidad de ambientes compactos y compartimentados que no respondían a las necesidades de los dueños de casa. Como parte de una reforma integral, la arquitecta se enfocó en transformar el espacio y darle una nueva vida.

Demoler para renovar

Los dueños buscaban que –además de como cocina y comedor diario– el ambiente se pudiera usar también como espacio de trabajo. Para ello, era esencial ganar metros y generar una sensación de amplitud visual, favoreciendo la adaptabilidad.

Tiramos abajo los muros que separaban a la cocina de un cuarto de servicio, y también un pequeño divisor que marcaba el lavadero. Unificamos todo en un solo ambiente, para que se percibiera como más espacioso, y elegimos tonos neutros con matices

Arq. Cecilia Fidanza, al frente de la reforma

La puerta, antes ciega, se modificó con dos paneles vidriados. Durante la demolición encontraron una viga inesperada, por lo que decidieron montar un cielorraso para ocultarla.

Cocina por pasos

Apenas entrar, armaron una coffee station: trabajaron para compensar unas diagonales incómodas, que generaban un rincón difícil de aprovechar, y consiguieron un sector atractivo y super práctico, con mucho espacio de guardado.

Mueble a medida (Taller Beagle) laqueado con pintura semimate '7064' (Sherwin Williams), tiradores negros (traídos de un viaje) y mesada y alzada de Silestone 'Miami White' (Marmolería Ragolia): esta fórmula se repite en todos los muebles del ambiente. Piso porcelánico 'Tango Crespo Natural' de 60x60 (Barugel).

“En el corazón de la cocina ubicamos una mesa redonda y una lámpara de techo que hacen de eje central. Además de sus funciones, con sus tonos y texturas sirven para dar calidez al ambiente”, cuenta la arquitecta.

Mesa 'Tulip' blanca y sillas 'Fran II' (todo de Manifesto). Lámpara de techo 'Valle' (Dimm). Bacha 'Quadra Q76' (Johnson) con grifería monocomando (Hansgrohe). Debajo de las alacenas instalaron tiras LED.

Lavadero integrado

Bajo el mismo menú de materiales y tonos aparece el lavadero: cambiaron la orientación y limitaron el espacio de guardado en altura (debido a que ya lo habían ampliado en otro lado), despejando ese muro. Las ventanas mantuvieron su ubicación, ya que pertenecen al contrafrente del edificio, pero pudieron cambiarlas.

Ventanas de DVH con marco de PVC (Aberturas Forti). Cortina roller 'Sunscreen' (Kaplo). Bacha 'E60' (Johson), grifería monocomando (Hansgrohe). Las paredes y el cielorraso se pintaron con látex 'Loxon Larga Duración Interior Mate' (Sherwin Williams).