El fútbol colombiano atraviesa un panorama de incertidumbre y muchas decisiones por tomar. Entre los recurrentes hechos de violencia en los estadios del país, polémicas arbitrales, cuestionamientos cada vez más fuertes al calendario de la Liga Betplay, señalamientos a jugadores por parte de los clubes de apostar en contra para perder partidos por cuenta de las apuestas ilegales, y el inminente inicio de las negociaciones para la adjudicación de los derechos de transmisión del fútbol colombiano una vez termine el contrato con Win Sports en 2026; la situación disparó al máximo las tensiones entre los dirigentes deportivos, y tienen al presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, en la cuerda floja.
Desde hace varios días el inconformismo de los clubes con la gestión de Jaramillo parece haber llegado a un punto de no retorno, y hasta sería un sentimiento compartido con el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún.
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Días atrás, el periodista Carlos Antonio Vélez ya dio a conocer el nombre que suena con más fuerza para sustituir a Jaramillo: el de María del Pilar Abella, vinculada tanto con la federación como con la Dimayor desde hace años, y esposa de Eduardo Méndez, presidente de Independiente Santa Fe.
A pesar del potencial conflicto de intereses, el manizaleño aseguró que “el mismo doctor Méndez no le gusta mucho que mencionen y propongan a su esposa, pero en esto no tiene nada que ver Méndez”, más allá de que el directivo cardenal es líder del grupo de oposición contra Jaramillo.
El pasado martes 5 de noviembre en su pódcast Historias secretas, el periodista Alejandro Pino Calad confirmó todo lo dicho por Vélez días antes, pero también reveló que Jaramillo se adelantó al movimiento de los clubes y del propio Jesurún. “Jaramillo actuó muy rápido, porque Jaramillo es mal presidente de la Dimayor, eso no lo niego, pero bobo no es”, afirmó el comunicador.
Según relató, los clubes tenían planes de convocar una reunión extraordinaria para determinar el futuro de Jaramillo como presidente de la Dimayor, pero antes de que esta se concretara el directivo decidió convocar a una asamblea extraordinaria en el hotel Marriott de Barranquilla, que tendrá lugar el próximo lunes 18 de noviembre.
El periodista mostró la notificación que se le envió a los 36 clubes de Dimayor el pasado 30 de octubre. En la reunión se escogerá la empresa que se encargará de hacer la valorización de los derechos de transmisión de la liga, lo que representa el primer paso antes de conocer las ofertas de quienes desean hacerse con los mismos. “Ese es el pulso para definir qué va a pasar con Jaramillo”, recalcó Pino Calad.
Además, llamó la atención en el documento compartido por Pino que el último artículo del comunicado establece que “no se podrá discutir durante dicha reunión nada por fuera del programa del día. Por lo tanto, la asamblea no podrá ser usada por ninguno de los presidentes para discutir la continuidad de Jaramillo, algo que el periodista interpretó como un momento en el que Jaramillo intenta ganar tiempo ante los directivos del fútbol colombiano.
“Se está dando tiempo de negociación. Esta cúpula del boicot quería citar una asamblea extraordinaria y bajárselo, pero él cita una asamblea extraordinaria en la que especifica que nadie puede discutir si lo van a bajar o no, porque sólo se va a hablar de los derechos”, dijo, añadiendo que “al hablar de los derechos estás hablando de plata, y al hablar de plata estás hablando en el lenguaje de los dirigentes”, por lo que la continuidad de Jaramillo dependerá de si la propuesta económica satisface el interés de los clubes de la Dimayor o no.