Leyla Yaneli Cristóbal Penadillo, profesora de 27 años, fue reportada como desaparecida el 31 de diciembre de 2024 en distrito de El Agustino. Las cámaras de seguridad registraron que, en la madrugada de ese día, fue agredida en la vía pública por su pareja, Roberto Carlos Palomino Romero. Tras la agresión, ella siguió a Palomino hasta su vivienda, siendo esta la última vez que se le vio con vida.
La familia de Leyla denunció su desaparición en la comisaría de San Cayetano, iniciándose una búsqueda intensiva. El 2 de enero de 2025, Palomino fue detenido como principal sospechoso; sin embargo, el día 4 del mismo mes, lo encontraron muerto en la carceleta de la dependencia policial, en circunstancias que aún se investigan.
Tras mucha incertidumbre, y en medio de la búsqueda que realizaban sus seres queridos, el 15 de enero, las autoridades encontraron el cuerpo de la joven enterrado a 57 centímetros de profundidad en una habitación de la vivienda de Palomino, cubierta con una alfombra y muebles. Se presume que fue asfixiada, aunque se esperan los resultados de la necropsia para confirmar la causa de muerte.
La abogada de la familia Cristóbal indicó que su expareja podría haber recibido ayuda para ocultar el cuerpo, lo que habría dificultado su hallazgo durante la primera búsqueda en la vivienda. Se investiga la posible participación de un vecino y un familiar en el encubrimiento del crimen.
“¿Por qué recién la encuentran?”
El hallazgo del cuerpo de Cristóbal Penadillo desató fuertes cuestionamientos hacia la Policía Nacional del Perú (PNP). Richard Soria, alcalde de El Agustino, expresó su indignación por las fallas evidentes en la primera diligencia realizada en la casa de Roberto Palomino.
“En la primera intervención, la Policía y el Ministerio Público llevaron perros especializados, pero no encontraron a Leyla. Sin embargo, en una segunda diligencia sí hallaron su cuerpo. Esto nos lleva a preguntar: ¿por qué no lograron encontrarla antes?”, comentó Soria en entrevista con Exitosa Noticias.
La frustración del alcalde refleja la de los familiares, quienes durante dos semanas buscaron a Leyla sin descanso. Pese a sus esfuerzos, fue en una segunda inspección que las autoridades encontraron el cuerpo de la profesora enterrado en el patio de la vivienda del sospechoso. Este desenlace evidencia deficiencias en las primeras intervenciones, según el burgomaestre.
Dinero de la recompensa
Además, Soria abordó el tema de la recompensa de 5 mil soles ofrecida inicialmente para quienes brindaran información útil sobre el paradero de Leyla. Ante el hallazgo del cuerpo por parte de las autoridades, el alcalde anunció que dicho monto será entregado a la familia de la víctima para ayudar con los gastos funerarios.
“La familia estaba realmente alarmada por esta situación y nosotros ofrecimos esta recompensa para todas las personas que nos pudieran dar información sobre el paradero de Leyla, pero el día de ayer fue encontrado su cuerpo. Ese dinero será trasladado a la famila de Leyla para cubrir los gastos de sepelio y entierro”, mencionó.
Este caso ha puesto en evidencia la necesidad de revisar los protocolos de búsqueda de mujeres desaparecidas, especialmente cuando existen antecedentes de violencia y amenazas previas.