Este jueves las novedades financieras no tuvieron como habitual epicentro los mercados de Nueva York, dado el feriado en los EEUU por la celebración del Día de Acción de Gracias. Sin embargo el resto de los mercados mantuvieron la actividad y la mayoría de las monedas de la región exhibieron pérdidas respecto del dólar, con la excepción del peso mexicano que anotaba un importante repunte, en una jornada con bajo volumen de negocios a falta de la referencia norteamericana.
Destacaba la devaluación del real brasileño, que se caía un 1% esta tarde, a un récord de 6 reales por dólar. El billete brasileño incrementó las pérdidas del miércoles, debido al escepticismo del mercado antes del anuncio de un recorte del gasto público.
En tanto, el índice Bovespa de la Bolsa de Valores de San Pablo retrocedía un 1,4%, a 125.900 puntos.
El salto cambiario y el descenso de las acciones en Brasil se dio después de que el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, confirmó anoche en un discurso nacional que el paquete de medidas de contención del gasto del gobierno de Luiz Inácio “Lula” da Silva generará un ahorro de 70.000 millones de reales (equivalentes a USD 11.800 millones) en los próximos dos años.
Por supuesto, este movimiento bajista para la moneda brasileña tiene consecuencias sobre la economía argentina por varios motivos. El fundamental es que Brasil es el mayor socio comercial del país, principal origen de las importaciones y destino de las exportaciones. Un desbalance cambiario entre un peso “apreciado” y un real “debilitado” inclina la competitividad del lado brasileño y amenaza con ampliar el déficit del comercio bilateral. Entre enero y octubre de 2024 Argentina mantuvo un déficit comercial con Brasil casi nulo (+USD 175 millones) si se lo compara con los USD 4.752 millones en el acumulado de diez meses de 2023.
En lo que va de 2024 el real se devalúa un 19,2% o, lo que es lo mismo, el dólar se encareció un 23,7%, desde los 4,85 a los 6 reales. Amílcar Collante, economista de CeSur (Centro de Estudios Económicos del Sur) indicó que “con el ‘sacudón’ del real ya el tipo de cambio bilateral con Brasil está abajo del nivel pre-devaluacion de diciembre de 2023″.
En este sentido, el Índice de Tipo de Cambio Real bilateral con Brasil, medido por el BCRA, cayó a 75 puntos, un mínimo desde el 16 de diciembre de 2015 (72,8 puntos), justo antes de la devaluación dispuesta por el gobierno de Mauricio Macri para levantar el “cepo” cambiario heredado del segundo gobierno de Cristina Kirchner. Esto significa que el peso se encuentra apreciado en unos 25 puntos porcentuales respecto del real brasileño -en esta comparación teórica- cuyo nivel de equilibrio es el de una base de 100 puntos.
Juan Manuel Franco, economista Jefe del Grupo SBS, explicó que “el real brasileño mostró una tendencia devaluatoria durante todo el año, en un contexto fiscal desafiante para Brasil. Dado que es uno de los principales socios comerciales de Argentina, la devaluación del real presiona vía tipo de cambio real al peso argentino, dado que las exportaciones brasileñas se vuelven más competitivas”.
Brasil, China y EEEUU son, en ese orden, los mayores destinos de exportación para Argentina y, a su vez, los principales mercados de origen de sus importaciones
“Respecto al impacto sobre dólares paralelos, creemos que la dinámica de estos depende más de factores domésticos y de la expectativa de mercado de si la economía local podrá normalizarse hacia adelante. Por ello, si bien no es una noticia positiva para el peso la devaluación del real, Argentina podría igualmente bajar el crawl (devaluación gradual del peso) de 2% mensual a 1% en caso que la expectativa siga siendo favorable para nuestro país. Dicho esto, Argentina debe continuar la normalización y no perder el rumbo, en especial en materia fiscal, para que la devaluación del real lo afecte lo menos posible”, expresó Franco.
Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group, afirmó que “desde la convertibilidad que no teníamos este tipo de cambio real contra el Real. Para ‘Doña Rosa’: hace 22 años que no era tan ‘barato’ como hoy irse a Brasil -los que pueden-”.
Para ponerlo en contexto, en lo que va de 2024 la economía argentina experimentó una inflación en torno al 110%, mientras que el dólar oficial ascendió un 24,9%, desde los 808,45 a los 1.009,50 pesos. Esto hace que el dólar haya perdido cerca de 40,5% de su poder de compra en el mercado interno -o inflación en dólares-. En contraste, Brasil se “abarató” un 15,7% en dólares en términos reales, con un salto cambiario de 23,7% en lo que va del año, contra una inflación de 4,3% acumulado.
Desde otro punto de vista, al comparar al real brasileño con el peso argentino, la moneda brasileña se encareció en 2024 tan solo un 1,2%, desde los 166,50 a los 168,47 pesos en casi once meses, una suba marginal en comparación a la inflación argentina del 110 por ciento. Esto da una pérdida de poder adquisitivo de 51,8% para el billete brasileño en el mercado argentino, algo de lo que podrían dar cuenta los turistas brasileños.
También el balance por servicios turísticos suele presentarse muy favorable para Brasil respecto de la Argentina. Este verano 2024/2025 encontrará a los turistas argentinos con precios en dólares un 40,5% -promedio- más altos dentro del país, mientras que en el país vecino estarán un 15,7% más baratos -en dólares- que un año atrás.
“Para el último bimestre del año, es de esperar que las importaciones (desde Brasil) continúen repuntando de forma generalizada para la Argentina, como producto de la incipiente recuperación de la actividad económica y las recientes bajas de aranceles y simplificación de requisitos de parte del Gobierno, así como efectos rezagados de la baja del impuesto PAIS de 17,5% a 7,5% en septiembre. No obstante, relacionado con esto último, la expectativa que el impuesto PAIS se quite a fin de año podría rezagar pedidos al exterior”, evaluaron los analistas de la consultora Abeceb.