La capacidad de manejar de forma segura no está estrictamente ligada a la edad, sino a las condiciones físicas y cognitivas de cada persona, sin embargo, Harvard señala la edad en la que deben dejar de manejar los adultos mayores y a continuación, te decimos cuál es.

Con el envejecimiento surgen diferentes cambios que pueden afectar la habilidad para conducir, como la disminución de la visión, la velocidad de reacción y la movilidad.

Aunque como ya lo mencionamos antes, las capacidades físicas de las personas cambian, un estudio realizado por la Universidad de Harvard reveló que los accidentes que involucraban a personas mayores de 65 años aumentaron en el año del 2021.

Esa misma investigación encontró que a los 65 años era la edad promedio en la que los adultos mayores comenzaban a verse más involucrados en accidentes automovilísticos en los que ellos iban manejando.

Hay señales que se deben tener en cuenta en los conductores para advertir cuándo deberían dejar de manejar

Aunque no existe una edad determinada en concreto para que los adultos mayores dejen de manejar, las investigaciones revelan que a partir de los 65 años las probabilidades de accidentes incrementan.

Por dicha razón, los especialistas recomiendan que a partir de los 65 años se esté más al pendiente de los adultos mayores que aún están al volante para decretar si existen algunas señales que puedan indicar que ya no se encuentra en condiciones para manejar.

¿Qué señales da un adulto mayor cuando ya no debe manejar?

Robert H. Shmerling, profesor de Harvard y asesor editorial de Harvard Health Publishing, investigó más sobre el tema para determinar, más allá de una edad en específico, cuáles son las señales de que llegó la hora en la que un adulto mayor ya no debe manejar.

Según el especialista, cuando un adulto mayor ya no debe manejar da las siguientes señales:

  • Comentarios frecuentes de familiares o amigos que se preocupan porque la persona maneje
  • Que tenga accidentes frecuentes
  • Que aparezcan abolladuras o rayones en el automóvil
  • Que la persona comience a conducir demasiado lento o rápido
  • Desconfianza de las demás personas para viajar con ellos
  • Que al adulto mayor se le empiecen a olvidar rutas que antes eran habituales
  • Incremento en casi accidentes, es decir, episodios frecuentes de frenar abruptamente o confundir pedales pueden ser una alerta.
  • Dificultad para cumplir las normas de tráfico: ignorar señales, conducir a velocidades inadecuadas o perderse en rutas conocidas son signos de advertencia.