En medio de la investigación que se lleva a cabo para determinar las causas que llevaron al doble homicidio de dos líderes sociales en la localidad de Bosa (suroccidente de Bogota) el 15 de agosto 2024, las autoridades en cabeza del alcalde Carlos Fernando Galán, confirmaron la captura de tres presuntos integrantes de la banda Los Patacones.
Estas personas fueron acusadas de ser los posibles responsables de atentar contra la vida de Camilo Sánchez y Camila Ospitia, dos líderes comunales asesinados por sicarios mientras adelantaban una actividad en un parque ubicado al lado de la sede de la Universidad Distrital de Bosa en El Porvenir.
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En declaraciones a medios de comunicación efectuadas durante la mañana del primero de noviembre de 2024, Galán comentó que alias Veneco y alias El Patacón, dos de los tres detenidos en total, integran una red de expendio de estupefacientes que operaba en varias zonas de la localidad (incluido el parque).
El doble crimen se habría cometido porque Sánchez y Ospitia eran reconocidos líderes culturales del sector, que con sus actividades en el parque (que era usado para vender droga) ayudaban a alejar a los jóvenes de la delincuencia por medio de actividades culturales.
Como retaliación a estas actividades cívicas, la banda delincuencial cometió los asesinatos, especialmente porque en las noches se hacían las programaciones, como conciertos, charlas y actos culturales, que les impedía a ‘Los Patacones’ vender drogas en el parque.
Las pesquisas que evidenciaron el accionar criminal de ‘Los Patacones’
En medio de las investigaciones, las autoridades confirmaron que no fueron solo discusiones con Sánchez y Ospitia las que generaron la reacción de los delincuentes, sino que habrían ocurrido más desencuentros con otros líderes comunales de la zona, debido a que la banda aprovechaba la presencia de los jóvenes en las noches para poder camuflar su operación y distribuir las sustancias, sin importar que hubiera menores de edad.
El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y el Cuerpo Élite de la Policía Nacional recopilaron suficientes evidencias que implican a ‘Los Patacones’ en los homicidios, los cuales habrían sido una represalia por la oposición de las víctimas a la venta de estupefacientes y la restricción de espacios para actividades culturales.
Los tres presuntos miembros de la organización fueron identificados como Andrés Felipe Jaramillo Yate, alias Pipe; Juan David de Pablos Pulido; y Jimmie Alexander Nieves Salas (de nacionalidad venezolana), fueron presentado ante juez y se le imputaron los delitos de homicidio, tentativa de homicidio; y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. Todos estas conductas. explicó el ente investigador, son calificadas como agravadas “por la calidad de defensores de derechos humanos de las víctimas”.
La orden para asesinar a Camila y Camilo habría sido enviada desde una cárcel
El cabecilla del grupo, conocido con el alias de Patacón, ya estaba detenido por otros delitos, y debido a esto enfrentará cargos por estos asesinatos el 13 de noviembre de 2024. Esto tiene a las autoridades en alerta debido a que todo apuntaría a que este sujeto, pese a estar privado de la libertad, sería el presunto responsables de dar la orden para que los sicarios acabaran con la vida de los dos líderes comunales en Bosa.
La investigación sugiere que Nieves Salas habría utilizado una bicicleta para recoger el arma y disparar, dejando dos muertos y un herido. De Pablos, en camvbio, habría planeado la ruta del ataque, mientras que Jaramillo habría coordinado la ejecución y proporcionado las instrucciones, indicó la Fiscalía.
La judicialización de estos individuos y la próxima imputación de ‘Patacón’ representan un golpe a las estructuras criminales que buscan apoderarse de más zonas en el suroccidente de Bogotá para afianzar sus líneas de microtráfico, tal como ocurre en la vecina localidad de Kennedy, y donde varios de los más recientes operativos han dejado aprehensiones signifcativas en contra de bandas como el Tren de Aragua o Satanás.
Lo que indicó el fiscal en medio de la audiencia
Como resultado de las pesquisas que tomaron cerca de tres meses, durante la audiencia que se llevó a cabo en Bogotá, el fiscal aseguró en una de sus intervenciones que ‘Los Patacones’ aprovechaba esta línea de microtráfico de la presencia de los jóvenes para realizar su actividad en El Bicho, como se conoce a una estructura hecha en guadua, y que servía como tarima para que allí se realizaran las intervenciones culturales que lideraban Camila y Camilo.
En esa zona, explicó el fiscal en medio de la diligencia judicial, “se generaron varias rencillas, no solo con Camilo y María Camila, sino con distintos jóvenes de los colectivos hasta que un día señoría, fatídico, se decidió por parte de esta línea tomar medidas drásticas y cobró la vida sin importarles nada de dos jóvenes, que hoy no están con nosotros”.
El ataque ocurrió pasadaslas 11:30 de la noche, cuando las víctimas, miembros del colectivo de hip hop Distreestyle, compartían con amigos en las inmediaciones de la sede Porvenir de la universidad.
Debido a esto, tras conocerse los detalles preliminares del doble homicidio, se supo que ambos jóvenes pertencían al colectivo Distreestyle, que ha ganado notoriedad en la zona desde el año 2021 tras el paro nacional, ha sido objeto de amenazas y hostigamientos, según explicó Mauricio Esguerra, defensor de derechos humanos. De paso, Esguerra aseguró que se han conocido amenazas que provienen tanto de miembros del CAI (Comando Atención de Inmediata) de Porvenir, como de grupos de jíbaros que disputan el control territorial en la zona.
Por todo esto, en ese entonces la comunidad y los familiares de las víctimas pidieron justicia y una respuesta contundente de las autoridades ante este acto de violencia.
En un comunicado emitido por el colectivo de hip hop, se detalló que el ataque ocurrió después de que los jóvenes participaran en actividades en la Huerta y Antena polinizadora del Parque Metropolitano del Porvenir. El documento subraya que desde 2021 se han reportado incidentes irregulares y hostigamientos por parte de la policía adscrita al CAI Porvenir, que no responde a la estación de policía de Bosa.
El asesinato de Sánchez y Ospitia ha generado conmoción en la comunidad local, que ve en este acto un reflejo de la inseguridad y la violencia que afecta a los jóvenes en la ciudad. La situación ha reavivado el debate sobre la protección de los colectivos culturales y la necesidad de garantizar espacios seguros para el desarrollo de actividades artísticas y comunitarias.