Los resultados de aprendizaje en EEUU revelan una caída continua en lectura y estancamiento en matemáticas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los resultados de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP, por sus siglas en inglés) de 2024, conocida como The Nation’s Report Card, confirman que los estudiantes de Estados Unidos aún no han recuperado el nivel de rendimiento académico previo a la pandemia. El informe revela una caída continua en lectura y estancamiento en matemáticas, con una brecha creciente entre los estudiantes de alto y bajo rendimiento. La situación refleja un desafío educativo que también afecta a otras regiones, incluida América Latina, donde las pruebas PISA han mostrado tendencias similares.

Según los datos del NAEP, los puntajes de lectura de los estudiantes de 4º y 8º grado cayeron dos puntos en comparación con 2022, profundizando una tendencia negativa que comenzó antes de la pandemia. En matemáticas, los resultados son dispares: los estudiantes de 4º grado registraron un leve incremento de dos puntos a nivel nacional, mientras que los de 8º grado se mantuvieron estancados tras la histórica caída de ocho puntos en 2022.

Uno de los hallazgos más preocupantes es el aumento del número de estudiantes que no alcanzan el nivel basico en lectura y matemáticas. En 4º grado, el 40 % de los alumnos no llega al nivel mínimo en comprensión lectora, el porcentaje más alto desde 2002. En 8º grado, un tercio de los estudiantes no supera ese umbral, el peor desempeño registrado hasta la fecha. En matemáticas, casi el 40 % de los alumnos de 8º grado no logra resolver problemas básicos de geometría o identificación de patrones numéricos.

El informe también señala que los Estados y distritos escolares no han logrado recuperar el nivel académico previo a la pandemia. Solo dos Estados han superado sus puntajes de 2019 en una materia y grado: Louisiana en lectura de 4º grado y Alabama en matemáticas de 4º grado. Ningún distrito escolar participante ha superado su desempeño pre-pandemia en ninguna materia o grado evaluado.

Las aulas estuvieron cerradas durante más de un año en casi todos los países de la región (Imagen Ilustrativa Infobae)

América Latina enfrenta desafíos similares

El deterioro del rendimiento educativo en Estados Unidos no es un fenómeno aislado. En América Latina, los resultados de la prueba PISA, administrada por la OCDE, también muestran caídas significativas en matemáticas y lectura. Según el informe, la región registró una de las mayores disminuciones en desempeño educativo en comparación con ediciones anteriores, con retrocesos equivalentes a varios años de aprendizaje perdido.

México, Brasil, Argentina y Colombia, entre otros países, mostraron un desempeño inferior al promedio global en las tres áreas evaluadas: matemáticas, lectura y ciencias. La crisis educativa en la región, agravada por la pandemia, refleja problemas estructurales como la falta de acceso a recursos tecnológicos, desigualdades socioeconómicas y déficits en la formación docente.

Uno de los paralelismos entre EE. UU. y América Latina es la creciente brecha entre estudiantes de alto y bajo rendimiento. En ambos casos, los alumnos en condiciones más vulnerables han sido los más afectados por la crisis, lo que sugiere que la recuperación educativa no ha sido equitativa.

A casi cinco años del inicio de la pandemia, los sistemas educativos aún enfrentan las consecuencias del cierre de escuelas y la interrupción del aprendizaje. Los resultados del NAEP 2024 y de PISA 2022 confirman que la recuperación es lenta y desigual, con impactos más severos en los estudiantes con menor acceso a oportunidades educativas.

Expertos advierten que sin intervenciones efectivas, las brechas de aprendizaje seguirán ampliándose. El informe del NAEP destaca la necesidad de inversiones en estrategias basadas en evidencia, como tutorías personalizadas, refuerzo en lectura y matemáticas, y programas de apoyo para estudiantes en riesgo. En América Latina, organismos internacionales recomiendan políticas similares, además de fortalecer la formación docente y mejorar la infraestructura escolar.

El panorama educativo global sugiere que la pandemia no solo afectó temporalmente el aprendizaje, sino que dejó secuelas que pueden influir en el futuro de millones de estudiantes. La recuperación requerirá esfuerzos sostenidos para garantizar que todos los alumnos, independientemente de su origen, tengan acceso a una educación de calidad.