Ernesto Claudio, Diego Pérez, Natacha Córdoba, Diego Freigedo, Gabriela Grinblat, Gabriela Licht, Mora Lestingi, los protagonistas de Toc Toc

La exitosa comedia Toc Toc, que lleva 14 años en cartelera ininterrumpida, se presentará en una función única a beneficio del Hospital de Clínicas. La cita será el próximo 21 de noviembre a las 22:00 horas en el Multiteatro Comafi (Av. Corrientes 1283) y busca recaudar fondos para apoyar la labor esencial que realiza el hospital en el cuidado y atención de la infancia en el país.

Toc Toc es una obra del reconocido y talentoso autor francés Laurent Baffie, la cual batió récords en la historia del teatro argentino, siendo la comedia más vista. Seis personajes que padecen trastornos obsesivos compulsivos (TOC) se encuentran en la sala de espera de un afamado psiquiatra e intentan solucionar sus problemas.

Esta función a beneficio del Hospital de Clínicas busca recaudar los fondos necesarios para terminar de remodelar los consultorios externos de atención de Pediatría. Durante 2023, por los consultorios externos pasaron más de 17.000 niños, y se espera que este año se supere esa cifra, por lo que poner en valor el servicio de Pediatría es muy importante.

Con un elenco de primer nivel, Ernesto Claudio, Diego Pérez, Natacha Córdoba, Diego Freigedo, Gabriela Grinblat, Gabriela Licht, Mora Lestingi y la dirección de Lía Jelín, la obra cuenta en clave de comedia el encuentro entre varias personas que sufren trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) con distintas obsesiones y compulsiones.

Temor a los gérmenes o a la contaminación es una obsesión frecuente en el TOC (Imagen Ilustrativa Infobae)

Qué es un TOC

El trastorno obsesivo compulsivo o TOC afecta a 1 de cada 100 personas y puede iniciarse desde la niñez, según define la Fundación Internacional de TOC. Con síntomas como obsesiones y compulsiones repetitivas, el TOC afecta significativamente la calidad de vida, y puede incluir desde rituales como el lavado excesivo de manos hasta pensamientos intrusivos. Los expertos recomiendan un tratamiento que combine la terapia psicológica y, en casos graves, medicación para mejorar la funcionalidad del paciente.

La doctora Silvia Ongini, psiquiatra infanto-juvenil del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (MN 69.218), explicó a Infobae que el trastorno obsesivo y compulsivo (TOC) también se manifiesta en la infancia y adolescencia: “Hablamos de TOC cuando encontramos que un niño tiene pensamientos persistentes, recurrentes e intrusivos, e impulsos que no puede frenar y que también son recurrentes. Muchas veces esos impulsos, conductas o rituales tienden a mitigar el malestar que generan esos pensamientos intrusivos”.

En chicos se manifiesta en general después de los 6 o 7 años, y es más frecuente diagnosticarlos después de los 12, porque a veces se subestiman los síntomas, describió la doctora y agregó en cuanto a la causa de su aparición: “Tienen algún detonante, alguna situación que termina después magnificándose en estos pensamientos intrusos”.

¿Obsesión o compulsión?

Las compulsiones son conductas repetitivas que una persona siente la necesidad de realizar, a menudo como respuesta a una obsesión. Por ejemplo, lavarse las manos todo el tiempo. Foto: Christin Klose/dpa

Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo pueden tener obsesiones, compulsiones o ambas cosas, dice el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos. Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes mentales que se repiten y que son intrusivos, no deseados y provocan ansiedad en la mayoría de las personas. Las más frecuentes son:

  • Temor a los gérmenes o a la contaminación;
  • Miedo a olvidar, perder o extraviar algo;
  • Temor de perder el control sobre su propio comportamiento;
  • Pensamientos agresivos hacia los demás o hacia uno mismo;
  • Pensamientos no deseados, prohibidos o tabúes relacionados con el sexo, la religión o algún daño;
  • Deseo de tener las cosas en un orden simétrico o perfecto.

Las compulsiones son conductas repetitivas que una persona siente la necesidad de realizar, a menudo como respuesta a una obsesión. Las más frecuentes son:

  • Limpiarse o lavarse las manos de forma excesiva;
  • Ordenar u organizar artículos de una manera particular y precisa;
  • Comprobar repetidamente las cosas, como asegurarse de que la puerta esté cerrada con llave o que el horno esté apagado;
  • Contar compulsivamente;
  • Orar o repetir palabras en silencio.

Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo pueden tener obsesiones, compulsiones o ambas cosas Freepik

La doctora Ongini explicó que en los niños hay rituales o compulsiones que son más frecuentes como el lavado de manos, el orden, fijarse o controlar que los enchufes estén bien o que el teléfono esté de una determinada manera: “Es una necesidad de controlar, verificar y reiteradamente cerciorarse que algo está de una determinada manera y no de otra. El malestar que genera percibir que no cumple con ese criterio, produce altos niveles de ansiedad y lleva a estos rituales para neutralizarlos. Estos pueden interferir en la vida cotidiana”.

Otro TOC frecuente son los pensamientos catastróficos anticipatorios, “como que algo malo va a ocurrir, sobre todo a las personas allegadas, y entonces tienen que hacer ciertos rituales que van a impedir que eso ocurra”, dijo la doctora.

Obviamente, son pensamientos mágicos, pero eso los obliga a repetir determinadas acciones. También uno muy frecuente es la simetría, el orden, la exactitud de las cosas. Y preocupaciones también por las funciones corporales, ya sea transpiración u otras”, ejemplificó la experta.

Cuál es el tratamiento

La psicoterapia es fundamental en el tratamiento de estos cuadros (Imagen ilustrativa Infobae)

El tratamiento para el TOC generalmente consiste en psicoterapia, pero si ésta no tiene éxito a veces se combina con medicamentos como antidepresivos que pueden combatir algunos de los síntomas.

La doctora Ongini recomendó a los padres estar atentos y distinguir cuando estos síntomas están alterando la capacidad del niño, niña o adolescente de jugar, disfrutar, dormir, comer.

“Cuando eso sucede, requiere una consulta profesional adecuada. Antes de empezar un tratamiento, debe haber un diagnóstico claro. El tratamiento busca dar acompañamiento al niño, niña o adolescente y entendimiento a la familia. Si los síntomas son muy persistentes e irrumpen en la calidad de vida y el desarrollo del niño, las medicaciones pueden mitigar estos síntomas y ayudarlos a lidiar con esta sintomatología para evitar que se cristalice y persista a lo largo de la vida”, finalizó la especialista.