Tener un jardín lleno de color durante los 365 días del año no es un sueño imposible. Existen especies de plantas que, con el cuidado adecuado, ofrecen una floración continua sin demandar demasiada experiencia en jardinería. Estas plantas aportan belleza al hogar y ayudan a crear un ambiente cálido y acogedor, ideal para relajarse o compartir momentos especiales.
Además, las opciones que florecen todo el año suelen ser resistentes y adaptables a diferentes condiciones climáticas, convirtiéndose en aliadas perfectas tanto para espacios interiores como exteriores.
Las plantas que dan flores todo el año
Alegría del hogar (Impatiens walleriana)
Esta planta, conocida también como lizzy ocupada, es una de las favoritas en jardines y espacios interiores. Sus flores, de colores que van desde el rojo y rosa hasta el naranja y lila, pueden florecer constantemente en climas cálidos.
Cuidados esenciales: la alegría del hogar prospera en suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Es importante mantener la tierra húmeda, pero evitando el encharcamiento, especialmente durante el verano. Se recomienda cultivarla en semisombra, donde reciba luz indirecta por las mañanas. Según expertos como el Missouri Botanical Garden, la planta no tolera temperaturas inferiores a los 13°C, por lo que debe resguardarse en invierno.
Geranio (Pelargonium spp.)
El geranio, con sus flores elegantes y vibrantes, es una opción ideal para quienes buscan belleza y resistencia. Esta planta tolera el calor y, en las condiciones adecuadas, florece de manera continua.
Cuidados esenciales: el geranio necesita suelos ricos en materia orgánica y un buen drenaje. Es ideal cultivarlo en macetas medianas o grandes, donde pueda expandirse. Requiere una exposición al sol de varias horas al día y un riego moderado, verificando siempre que el sustrato no permanezca seco por mucho tiempo.
Begonia (Begonia spp.)
Las begonias son plantas de floración constante, ideales para interiores o jardines con sombra parcial. Además de sus flores coloridas, sus hojas dentadas y verdes añaden textura y atractivo visual.
Cuidados esenciales: para mantener su floración, las begonias prefieren ambientes ligeramente sombreados y suelos húmedos. Es fundamental evitar corrientes de aire frío y asegurarse de que el sustrato esté siempre moderadamente húmedo. No soportan temperaturas extremas, por lo que se deben resguardar de heladas.
Lavanda (Lavandula spp.)
La lavanda es una planta que no solo decora con sus flores moradas, sino que también aporta un aroma único y propiedades medicinales. Su capacidad para florecer durante todo el año la hace una elección excelente.
Cuidados esenciales: esta planta requiere luz solar directa y un riego regular, aunque soporta breves periodos de sequía gracias a su resistencia. Se recomienda plantarla en terrenos con buen drenaje para evitar que sus raíces se pudran. La poda ocasional ayudará a mantener su forma y estimulará nuevas floraciones.
Verbena (Verbena hortensis)
Con flores que abarcan una amplia gama de colores, desde el amarillo y naranja hasta el rojo, la verbena es una de las opciones más coloridas para jardines y terrazas.
Cuidados esenciales: la verbena necesita luz solar constante y un riego controlado, ya que el exceso de agua puede dañarla. Es importante verificar que la tierra esté siempre húmeda pero no empapada. También se recomienda una poda ligera para favorecer el crecimiento de nuevas flores.
Violeta africana (Saintpaulia spp.)
Otra planta destacada por su adaptabilidad es la violeta africana, conocida por sus flores azuladas y hojas aterciopeladas. Su pequeño tamaño la convierte en una opción ideal para interiores.
Cuidados esenciales: esta especie crece mejor en ambientes ligeramente sombreados, con luz indirecta. Necesita suelos húmedos, pero es esencial que el agua no toque sus hojas, ya que pueden dañarse. Durante los meses fríos, se aconseja reducir la frecuencia de riego para evitar que sus raíces se enfríen en exceso.
Penta o estrella egipcia (Pentas lanceolata)
La penta es una planta de aspecto tropical con flores agrupadas en racimos de tonos blancos, lilas, rojos o rosas. Su facilidad de cultivo y atractivo visual la convierten en una excelente adición a cualquier jardín.
Cuidados esenciales: crece mejor en suelos húmedos y bien drenados, por lo que es esencial mantener el equilibrio entre riego y ventilación. Es una planta que tolera bien el calor y se beneficia de recibir luz solar directa. Se recomienda podar las flores marchitas para fomentar una floración continua.