Cultivar plantas nativas en macetas es una excelente forma de apoyar la biodiversidad, incluso en espacios reducidos como una terraza o un balcón. Las nativas son la base de los ecosistemas sobre los que se van tejiendo relaciones esenciales con la fauna silvestre de cada ambiente.
Los espacios con plantas nativas atraen atraen a la fauna silvestre, por ejemplo, a las mariposas. Durante su asombrosa metamorfosis, las mariposas van cumpliendo diferentes roles en el ambiente: en su etapa adulta resultan eficientes polinizadores, mientras que en su etapa de oruga actúan como importantes controladoras de plantas nativas.
Tanto orugas como mariposas adultas, sirven de alimento a las aves silvestres, les aportan proteínas y son el alimento perfecto para sus pichones.
Nativas para cultivar en macetas
Malvavisco o malva de monte (Abutilon grandifolium): este pequeño arbusto nativo perenne florece de primavera a otoño y fructifica todo el año. Sus flores anaranjadas permanecen abiertas durante varios días.
Requiere algo de riego solo al plantarse y exposición al sol o media sombra, crece perfectamente en macetas y es atractivo tanto para varias especies de mariposas, en particular es hospedera de la mariposa festoneada menor. Se propaga por semillas y gajos.
Hierba de San Simón (Cyrtocymura scorpioides): este arbusto nativo tiene una floración abundante de color rosado y muy perfumada en invierno y primavera. Requiere riego medio y exposición a media sombra. Es ideal para pérgolas y puede cultivarse en macetas.
Sus flores perfumadas atraen a gran variedad de mariposas y abejas.
Achira amarilla (Canna glauca): es una planta acuática palustre de follaje persistente. Sus grandes flores amarillas resultan muy llamativas. Florece en primavera y verano y fructifica en verano y otoño. Requiere riego abundante y exposición al sol. Por ser acuática, puede cultivarse en macetas, siempre que estén sumergidas y reciban agua de manera permanente.
La aromática que se puede cultivar en macetas y promete terminar con el acné
Sus flores son polinizadas por picaflores y mariposas nocturnas. Es hospedera de las mariposas achirera (Calpodes ethlius), saltarín plateado (Lycas argentea) y enrolladora común (Quinta cannae).
Las abejas nativas que no producen miel pero son fundamentales para el medioambiente
Margarita dorada (Aspilia silphioides): de follaje persistente, florece en primavera y verano con flores amarillas. Requiere riego medio y exposición al sol. Puede cultivarse en macetas y resulta ideal para borduras. Sus flores atraen mariposas y otros insectos.
Caracolillo o tripa de fraile (Cochliasanthus caracalla): es una trepadora perenne de follaje semicaduco. Sus flores tienen una forma muy singular, son perfumadas y de color lila y blanco. Florece en verano y otoño y fructifica en otoño. Requiere riego medio y exposición a media sombra.
Carquejilla (Baccharis notosergila): es un arbusto perenne de porte globoso y follaje persistente. Su floración blanca es prolongada, de primavera a otoño. Requiere riego escaso y exposición al sol. Puede cultivarse en maceta y se propaga por semillas y división de matas.
Sus flores atraen a una gran variedad de polinizadores, como abejas o mariposas y sus semillas sirven de alimento de aves granívoras.
Isipó colorado (Camptosema rubicundum): es una trepadora perenne que florece en verano con atractivas flores en tonos rojizos. Requiere riego medio y exposición al sol o media sombra. Es una trepadora voluble ideal para pérgolas o alambrados que puede cultivarse en maceta. Se propaga por semillas.
Sus flores atraen a picaflores y otros polinizadores como mariposas y abejas. La presencia de insectos en esta planta atrae a aves insectívoras.
Mariposera morada grande (Chromolaena laevigata): este arbusto perenne suele desaparecer en invierno para volver a crecer en primavera. Su floración violeta o lila es corta pero abundante y muy vistosa en verano y otoño. Requiere riego abundante y sol. Crece tanto en orillas de lagunas y ríos como en claros de selvas y puede cultivarse en macetas. Sus flores atraen a mariposas u otros insectos para su polinización.
Mil hombres o charruga (Aristolochia triangularis): es una trepadora perenne que florece en primavera y verano con singulares y atractivas flores de color bordó. Requiere riego medio y exposición al sol o media sombra. Puede cultivarse en macetas y se propaga por semillas y gajos.
Es hospedera de las mariposas borde de oro (Battus polydamas), viuda de monte (Parides bunichus damocrates) y aceitosa del litoral (Euryades corethrus).
Chilca (Baccharis glutinosa): florece en verano y otoño con flores blancas y perfumadas. Requiere riego escaso y exposición al sol. Es ideal para canteros y bordes de caminos y puede cultivarse en macetas.
Sus flores perfumadas atraen a insectos polinizadores como mariposas, abejas y escarabajos. Es una especie melífera. Sus semillas y los insectos presentes sirven de alimento para aves.
No soporta las heladas. Es una especie ideal para pérgolas y glorietas. Se puede tener en macetas grandes, con un soporte para que se trepe. Se propaga por semillas y gajos. Sus flores son polinizadas por abejas nativas y abejorros. Esta especie es hospedera de las mariposas coluda verdosa (Urbanus proteus) y yuyera (Leptotes cassius).