El Gobierno dispuso en la última semana un nuevo recorte a los derechos de exportación, más conocidos como retenciones, a los principales granos. Si bien la medida fue celebrada por todo el sector agropecuario, su impacto sería limitado tanto en términos de ingreso de divisas como en los márgenes de los productores.
Las alícuotas se modifican de la siguiente manera: para la soja pasa de 26% a 24%, y para sus subproductos baja de 24,5% a 22,5%, trigo y cebada descienden de 9,5% a 7,5%, maíz y sorgo de 9,5% a 8,5%, y para girasol de 5,5% a 4,5% por ciento.
El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que “esta baja de retenciones busca mejorar la competitividad de la agroindustria, uno de los motores más potentes de la economía argentina y responsable de cerca del 60% de nuestras exportaciones”.
Reafirmamos nuestra convicción de que el campo argentino seguirá creciendo, generando empleo, impulsando el desarrollo en cada región del país (Caputo)
De este modo, Caputo afirmó: “reafirmamos nuestra convicción de que el campo argentino seguirá creciendo, generando empleo, impulsando el desarrollo en cada región del país y fortaleciendo la presencia de la Argentina en los mercados del mundo”.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) resaltó que con esta reducción, la alícuota del complejo de soja quedó en su nivel más bajo en casi 19 años.

Impacto en la generación de dólares
El consultor agropecuario Javier Preciado Patiño opinó: “Una de las razones por las que el Gobierno tomó esta decisión ahora es que las liquidaciones vienen muy bajas después del ‘dólar soja’ de septiembre. La estabilidad cambiaria de las últimas semanas se explicó por las ON que lanzó el sector privado, especialmente las empresas de energía, y por algunas colocaciones de deuda de las provincias”.
Entre los analistas predomina la incertidumbre sobre si ese alivio alcanza para sostener la situación en verano, cuando aumenta la demanda de divisas para viajes al exterior.
Da la impresión de que el Gobierno buscó enviar una señal al campo para mejorar el precio y acelerar las ventas de cara a los primeros meses de 2026 (Preciado Patiño)
Preciado Patiño añadió: “Da la impresión de que el Gobierno buscó enviar una señal al campo para mejorar el precio y acelerar las ventas de cara a los primeros meses de 2026. Un dato concreto es que el registro de exportaciones del complejo sojero para enero y febrero está por debajo del promedio”.
En cuanto a la discusión política, dijo a Infobae: “El otro punto, ya en el terreno de las hipótesis, es si esta medida no contribuye también a facilitar la aprobación del Presupuesto 2026. Sería un gesto hacia Córdoba y Santa Fe, donde la discusión por las retenciones siempre está presente”.
Por su parte, Mariela Brandolin, consultora en mercado de granos e inversiones financieras, sostuvo: “Si bien es una buena noticia, a priori, no implicaría un impacto significativo ni en los precios internos ni en el ingreso de divisas. La reducción de derechos de exportación mejora la capacidad teórica de pago en alrededor de USD 4 para el trigo, USD 2 para maíz y sorgo, USD 8 para la soja y USD 4 para el girasol”.
La reducción de derechos de exportación mejora la capacidad teórica de pago en alrededor de USD 4 para el trigo, USD 2 para maíz y sorgo, USD 8 para la soja y USD 4 para el girasol (Brandolin)
“Dado que los compradores ya venían convalidando valores superiores a esa capacidad teórica -con la excepción del trigo-, no espero un cambio relevante en el ritmo de comercialización. Incluso en el caso de la soja, que sería la más beneficiada, es difícil que veamos un repunte significativo en las ventas, porque el flujo comercial ya venía siendo elevado en los meses previos”, precisó la especialista.
Según la BCR, falta que el mercado le ponga precio a 27,2 millones de toneladas entre soja y maíz de la campaña 2024/25, que equivale a unos USD 7.084 millones según la valuación FAS actual (precio de un grano antes de ser cargado a un buque). Por el lado del trigo, que recién comienza el ciclo 2025/26, restan unas 18,6 millones de toneladas, que representan USD 3.016 millones.
Carlos Steiger, director del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, señaló: “La baja de retenciones no afecta el precio FOB que depende de Chicago y una prima local. Lo que puede pasar es que se acelere la venta de las cosechas en Argentina y que los dólares ingresen antes, como ocurrió antes de las elecciones con las retenciones cero”.
Un informe de dicha casa de estudios apunta que “la decisión del Gobierno generó una lectura ambigua en el mercado: aunque el objetivo es mejorar la competitividad, el impacto real es acotado”.
Dante Romano, profesor e investigador de la universidad, contó: “Hoy la industria debería estar mostrando márgenes positivos de entre USD 10 y 12 por tonelada, pero continúa en terreno negativo”.
Hoy la industria debería estar mostrando márgenes positivos de entre USD 10 y 12 por tonelada, pero continúa en terreno negativo (Romano)
Hacia la nueva cosecha, los márgenes proyectados son de USD 20 a USD 30 por tonelada, pero los cereales todavía muestran rojos de entre USD 5 y USD 10. Romano advirtió: “No corresponde esperar un traslado lineal de la quita impositiva al precio, porque el mercado siempre se define por oferta y demanda”. Además, falta conocer la letra chica del decreto para saber si es temporal o si tendrá condicionantes. “Por ahora, la medida tiene gusto a poco”, concluyó.

Efecto sobre las cuentas públicas
De acuerdo al Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), la baja de derechos de exportación supondría un costo directo para las cuentas públicas de aproximadamente USD 570 millones.
Al considerar un posible aumento de recaudación vía Impuesto a las Ganancias -dada la distribución de coparticipación-, el costo fiscal cae a USD 520 millones, equivalente a $704.600 millones y a 0,08% del PBI. En tanto, las provincias y CABA recibirían USD 66 millones.
“Dependiendo del grado de elasticidad de la oferta, se tendrá el porcentaje de recaudación de derechos de exportación recuperado. En un extremo, puede compensar completamente la reducción. Es decir, el incremento de la producción puede incrementar la base imponible del tributo y compensar el descenso de alícuota”, evaluó el Iaraf.
El costo fiscal cae a USD 520 millones, equivalente a $704.600 millones y a 0,08% del PBI. En tanto, las provincias y CABA recibirían USD 66 millones (Iaraf)
El presidente del Iaraf, Nadin Argañaraz, aseguró que, con el anuncio, “el Gobierno seguramente busque modificar las expectativas para impulsar la producción y que el costo fiscal sea nulo”. Igualmente, remarcó que existen otros factores que pueden influir a futuro, tales como las condiciones climáticas y la evolución de los precios internacionales.
La BCR indicó: “La rebaja de alícuotas para los principales granos y derivados tendrá un impacto de USD 511 millones en 2026, dejando la recaudación por este concepto en un estimado de USD 4.809 millones bajo el nuevo esquema, lo que representa una caída del 10% con relación a lo que se proyectaba en el escenario previo”.

LCG estimó que el costo fiscal de la quita parcial de retenciones ascendería a USD 700 millones en 2026, equivalente a 0,1% del PBI. “Contrasta con las proyecciones que el Poder Ejecutivo incorporó al Presupuesto 2026, próximo a tratarse en el Congreso. Allí se asume que lo recaudado por ese tributo crecería de 0,95% a 0,98% del PBI entre 2025 y 2026″, subrayó la consultora.
En ese proyecto “el Gobierno se comprometió a alcanzar un superávit primario del 1,5% del PBI en 2026. Implica una ‘relajación’ de 0,1 puntos porcentuales respecto a la meta autoimpuesta para este año. Con esta medida, ese alivio fiscal ya estaría incorporado”, detalló.