Un nuevo episodio de violencia sacudió al municipio de El Tambo, en el departamento del Cauca, cuando un ataque con explosivos dirigido contra una tanqueta de la Policía Nacional dejó como saldo preliminar a un uniformado y a un civil heridos.
El hecho ocurrió en el corregimiento de El Zarzal, en un tramo de la vía que conecta esta localidad con la ciudad de Popayán, según reportaron medios regionales.
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De acuerdo con los testimonios de campesinos de la zona, la explosión se produjo en un área frecuentada por comerciantes y residentes locales, lo que generó pánico entre la población.
Los habitantes relataron que la tanqueta, habitualmente estacionada en el casco urbano del corregimiento, se encontraba en movimiento cuando ocurrió el ataque. Tras la detonación, los pobladores salieron a inspeccionar el lugar y encontraron el vehículo policial gravemente dañado.
El atentado se produjo días después de que disidencias del frente Carlos Patiño de las Farc distribuyeran panfletos en la zona, advirtiendo a los habitantes que se mantuvieran alejados de las estaciones de Policía y de las unidades militares. Según los líderes sociales de El Tambo, los mensajes también instaban a la comunidad a no colaborar con las fuerzas de seguridad, bajo la amenaza de quedar atrapados en medio de una “guerra abierta”.
Este ataque no es un hecho aislado en el contexto de creciente violencia que afecta al Cauca. Según Semana, los enfrentamientos entre las fuerzas del Estado y los grupos armados ilegales han escalado en los últimos meses, especialmente tras el aumento de las operaciones militares y judiciales ordenadas por el presidente Gustavo Petro.
Tras el ataque, el uniformado herido fue evacuado de inmediato y llevado al hospital Universitario San José de Popayán, donde recibió atención médica. Según El País de Cali, el civil afectado también fue trasladado a un centro asistencial en la capital del Cauca.
Además, se reportaron daños materiales en varias viviendas cercanas al lugar de la explosión, lo que incrementó la sensación de inseguridad entre los habitantes del corregimiento de El Zarzal.
En respuesta a la creciente actividad de las disidencias en la región, las fuerzas de seguridad han desplegado la Operación Perseo, una intervención militar que busca recuperar el control territorial en áreas estratégicas del Cauca, como el corregimiento del Plateado. Según cifras oficiales, esta operación, que comenzó el 12 de octubre de 2024, ha movilizado a 1.600 efectivos del Ejército y 248 unidades de la Policía Nacional.
El gobierno nacional informó que, hasta la fecha, las fuerzas militares han enfrentado 113 ataques directos con explosivos y han logrado desactivar 60 artefactos. Además, se han neutralizado 207 ataques en el marco de esta ofensiva.
La operación también incluye acciones de apoyo a las comunidades afectadas, como la entrega de 1.170 unidades escolares, 800 paquetes familiares, 1.080 mercados y becas universitarias, además de la reconstrucción de infraestructura, como el puente en la vereda La Hacienda, entre los municipios de Argelia y El Tambo.
A pesar de los esfuerzos militares y sociales, la situación en el Cauca sigue siendo crítica. Los ataques contra la fuerza pública y la población civil han aumentado, generando un clima de incertidumbre y temor entre las comunidades campesinas e indígenas de la región.
Según Semana, el pasado 17 de abril, un ataque con explosivos en el corregimiento de Mondomo, en la vía Popayán-Cali, dejó una lideresa social fallecida y seis civiles heridos, lo que evidencia la magnitud del conflicto en esta parte del suroccidente colombiano.
Los habitantes de El Tambo y sus alrededores enfrentan diariamente las consecuencias de esta confrontación armada, que no solo pone en riesgo sus vidas, sino que también afecta su economía y su tejido social. Mientras tanto, las autoridades continúan trabajando para recuperar el control territorial y garantizar la seguridad en una región marcada por décadas de violencia.