Al menos tres personas murieron este martes en un ataque armado en Uppsala, ciudad situada al norte de la capital sueca Estocolmo, según informó la Policía local sin proporcionar inmediatamente más detalles sobre lo acontecido.
“Se confirma la muerte de tres personas tras un tiroteo”, dijo la Policía en un comunicado, añadiendo que acordó una amplia zona y que había abierto una investigación por asesinato.
La Policía también explicó que, poco después de las 17:00 (15:00 GMT), había recibido llamadas de ciudadanos que habían oído ruidos que parecían disparos en el centro de la ciudad. Los servicios de emergencia se encuentran en el lugar de los hechos.
“Varias personas han sido encontradas con heridas que indican disparos”, dice el comunicado policial. Un hospital local declinó hacer comentarios sobre el estado de los heridos.
Testigos declararon a la cadena SVT que habían oído cinco disparos y que habían visto a gente en la zona corriendo para ponerse a cubierto. También dijeron que un sospechoso había huido en una scooter. Y la cadena TV4 indicó que los disparos se produjeron en el interior de una peluquería.
El portavoz policial Magnus Jansson Klarin, citado por el periódico Dagens Nyheter, señaló que la situación seguía siendo inestable y que varias unidades estaban desplegadas en el área para asegurar el lugar y realizar interrogatorios a testigos. Según el diario Svenska Dagbladet, se incautaron casquillos de bala en la escena.
Aún no se han efectuado detenciones, aunque se están realizando registros en las inmediaciones.
El país nórdico ha luchado en los últimos años para frenar los tiroteos y atentados con bomba relacionados con ajustes de cuentas entre bandas criminales rivales. Los atacantes suelen ser jóvenes adolescentes contratados como asesinos a sueldo porque tienen menos de 15 años, la edad de responsabilidad penal en Suecia.
El Gobierno minoritario derechista del país nórdico, que llegó al poder en 2022 con la promesa de atajar la violencia relacionada con las bandas, ha endurecido las leyes y ha dado más poderes a la policía, y tras un tiroteo masivo en Orebro en febrero dijo que intentaría endurecer las normas sobre armas.
El primer ministro Ulf Kristersson acordó con sus aliados de extrema derecha en el Parlamento fortalecer los controles para la concesión de licencias de armas y restringir el acceso a ciertos tipos de rifles semiautomáticos. Entre ellos, el AR-15, un arma de diseño militar utilizada en múltiples tiroteos masivos en Estados Unidos, que podría ser prohibida en Suecia. El Partido Socialdemócrata, principal formación opositora, apoyó la iniciativa del gobierno pero pidió controles aún más estrictos.
Suecia tiene un alto nivel de posesión de armas en comparación con otros países europeos, aunque significativamente menor que en Estados Unidos. Según un estudio de Small Arms Survey de 2017, hay 2,3 millones de armas en manos de civiles en Suecia, lo que equivale a 23 armas por cada 100 habitantes, frente a 120 en Estados Unidos y 4,6 en el Reino Unido.
(Con información de AFP y Reuters)