Una de las hipótesis que manejan los investigadores tras la desaparición de Pedro Kreder y Juana Morales plantea la posibilidad de que la pareja de jubilados se haya perdido en alguno de los sumideros que hay en la zona de Rocas Coloradas, al norte de Comodoro Rivadavia.
El ministro de Seguridad de Chubut, Héctor Iturrioz, describió las características y riesgos del área al afirmar ante la prensa: “Los sumideros son terribles, puede haber diez personas ahí adentro. Tampoco descartamos la presencia de pumas. Hay muchos en el lugar, incluso vimos guanacos arrastrados por ellos”.
Los sumideros están formados por cuevas y canales subterráneos generados a través de los años por la erosión sobre la tosca blanca del terreno. La mayoría de las galerías atraviesan los cerros y son de difícil acceso, con caminos en constante cambio debido a la humedad y el flujo de agua durante las tormentas.

Las imágenes de estos sumideros circularon en redes sociales en los últimos días después de que un usuario local compartiera su propia exploración de estas cavidades subterráneas en un grupo de Facebook.
En palabras del explorador, los mismos “son una serie de ríos subterráneos (hoy secos) que atraviesan los cerros por dentro como hormigueros. Supongo que se formaron en épocas de grandes lluvias”.
Explicó que estos pasadizos pueden ser peligrosos, especialmente después de lluvias intensas, cuando el terreno se vuelve arcilloso y el avance resulta muy difícil: “Cuando llueve mucho son intransitables porque al ser tierra arcillosa es como caminar en dulce de leche. Para una salida de verano son excelentes”, relató.
El joven, llamado Constantino, aclaró además la importancia de la luz artificial debido a la complejidad de las galerías: “Es necesario ir con linternas, ya que una vez adentro al ser muy sinuosos (son enroscados y en subida) a los pocos metros de ingresar en ellos la luz desaparece”.

En los comentarios al posteo, otra joven de Comodoro Rivadavia advirtió sobre los riesgos de caminar por estos lugares o perderse en su interior si se ingresa sin la preparación adecuada.
“Una que es nacida y criada acá en la zona norte de la ciudad conoce los riesgos que hay allá adentro. Los pozos ciegos, los posibles derrumbes, la marea alta si no llegás a pasar cuando está baja. Te traga el mar y nadie más te encuentra. Los barrancos no son firmes, es toda tierra arcillosa que cuando llueve, les digo, parece arena movediza. Hay que ser consciente cuando entrás. E irse re preparados”, señaló.
Cómo sigue la búsqueda
A dos semanas de las desapariciones, Aldana Botha, hija de Juana, manifestó su angustia en mensaje en redes sociales y también contó que próximamente se sumará a los rastrillajes Luis Zúñiga, un especialista en rescate y búsqueda de personas.
La joven, además, hizo un pedido y dejó un teléfono de contacto: “Necesitamos drones que detecten temperatura para poder buscarlos. Por favor, si alguien tiene que se comunique urgente”.
Por su parte, Gabriela Kreder, hija de Pedro, añadió que también se iniciarán búsquedas a caballo en las zonas de Rocas Coloradas y Caleta Córdova.

Lejos de encontrar certezas, la investigación mantiene abiertas dos hipótesis principales: una desaparición accidental o la intervención de terceros.
El despliegue para hallar rastros de la pareja en Rocas Coloradas no trajo hasta ahora resultados claros. La policía chubutense, junto a otras fuerzas, rastrilló la zona y no encontró pruebas ni indicios que permitan confirmar por dónde pasaron los jubilados.
Durante la investigación, las fuerzas analizaron varias huellas encontradas cerca del vehículo, pero las pericias determinaron que correspondían a un grupo de runners que suele recorrer la zona.
El titular de la cartera de Seguridad chubutense detalló que en el interior del vehículo se encontraron provisiones, carpa, bolsas de dormir y sombrillas, todo en perfecto estado, lo que refuerza la idea de que planeaban un día de campo. También había una campera de Kreder. Lo que no se hallaron fueron celulares.

Así, para Iturrioz, la hipótesis más consistente sigue siendo una pérdida accidental: “No había ningún signo de violencia, ni en la camioneta, ni en las adyacencias. Objetivamente, la hipótesis más fuerte es una pérdida accidental. Se había mencionado una fogata, pero era de antigua data”, señaló el funcionario a medios locales.
Siguiendo esa línea, las autoridades consultaron a profesionales sobre la distancia que una persona puede caminar en ese entorno, pero no hay consenso: algunos estiman siete kilómetros, otros hablan de veinte o más, según la edad y el estado físico.