Durante años, las disputas por el control de las telecomunicaciones, los derechos deportivos y la narrativa pública enfrentaron a Grupo Televisa y al empresario Carlos Slim Helú, dos de los gigantes económicos más influyentes de México.
Detrás de esa rivalidad empresarial, una operación encubierta desde las oficinas de la televisora habría impulsado campañas negras, ataques sistemáticos y la difusión de noticias falsas contra el magnate y sus compañías, usando redes de bots, perfiles falsos y montajes digitales diseñados para incidir en la conversación pública y dañar su imagen.
Una filtración masiva de más de 5 terabytes de documentos internos de Grupo Televisa, revelada por Aristegui Noticias, expone una supuesta estrategia sistemática de ataques y campañas de desprestigio contra el empresario Carlos Slim Helú, considerado el hombre más rico de México y uno de los principales actores económicos de América Latina.
Una vieja alianza rota
Aunque en 1999 las empresas de Slim resultaron claves para apuntalar financieramente a Televisa y garantizar su estabilidad tras la grave crisis que enfrentaba bajo el mando de Emilio Azcárraga Jean, la relación entre ambos emporios cambió radicalmente en los años posteriores.
Las pugnas por el control de espacios en los sectores de medios y telecomunicaciones —en particular la disputa por los derechos de transmisión de la selección mexicana de futbol y la expansión de servicios de internet y telefonía— habrían transformado aquella alianza en una confrontación abierta.
Uno de los episodios más documentados en la filtración corresponde al desplome de un tramo elevado de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México el 3 de mayo de 2021, tragedia que dejó 26 personas muertas. Según los archivos filtrados, el equipo Palomar habría aprovechado la crisis para colocar a Grupo Carso, propiedad de Slim, como único responsable de la catástrofe, omitiendo la participación de otras empresas involucradas en la construcción, como ICA, vinculada a ejecutivos de Televisa.
Otro de los momentos de mayor tensión entre los consorcios de Slim y Televisa ocurrió en 2017, cuando América Móvil, en alianza con NBC Universal y Telemundo, presentó una oferta de 220 millones de dólares por los derechos de transmisión de los partidos de la selección mexicana de futbol.