Este lunes 21 de abril murió el papa Francisco, a los 88 años. El religioso argentino que sorprendió al mundo al ser elegido como el primer pontífice no europeo y el hombre que lideró la Iglesia con una fuerte impronta social durante los últimos doce años, falleció hoy en Roma, según informó el Vaticano a través de un comunicado.

Ayer, cuando dio su última vuelta en el papamóvil después de impartir la bendición pascual, al Papa no se lo había visto bien. En medio del júbilo de las 35.000 personas presentes, si bien levantaba las manos con dificultad, el argentino estaba como ausente. Volvía verse cara a cara con la gente luego de su grave problema de salud. Con facciones más rígidas, los que lo pudieron ver allí se encontraron con un hombre totalmente distinto del que se había conocido antes de su internación en el hospital Gemelli, cuando estuvo internado por una neumonía.

En un momento, el papamóvil pasó por delante de una argentina que le gritó “¡padre Jorge!”, pero, a diferencia de otras oportunidades donde incluso hasta firmaba camisetas del club San Lorenzo de Almagro, del que el Papa era fanático, él no reaccionó como era habitual en su forma de ser.

Así fue la última aparición del papa Francisco: la bendición pascual ante una multitud en la plaza San Pedro

“Hermanos y hermanas, felices Pascuas”, dijo Francisco, quien salió del hospital el 23 de marzo luego de permanecer internado durante cinco semanas. Esta vez, no ofició la misa de Pascua, sino que le dejó la responsabilidad al cardenal Ángelo Comastri. La homilía había sido preparada por el mismo Pontífice.

Francisco se sentó en una silla elevada en la parte trasera del tradicional vehículo blanco, mientras la gente se alineaba en los pasillos de la plaza. Se podían ver muchas banderas albiceleste mientras la gente vitoreaba “¡Viva el Papa!“. El papamóvil se detuvo brevemente en varios puntos de la plaza, decorada con flores de colores con motivo de la Pascua, mientras sus asistentes acercaban a los bebés de entre la multitud para que Francisco los bendijera. El Papa hizo gestos con las manos, pero solo los levantó ligeramente.

En un mensaje de Pascua leído en voz alta por un asistente ante la mirada del Papa desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro, el Pontífice reiteró su llamamiento a un alto el fuego inmediato en Gaza. Antes de una hospitalización por una neumonía que estuvo a punto de costarle la vida en aquel momento, Francisco había arreciado las críticas a la campaña militar de Israel en Gaza y calificó la situación humanitaria en el enclave palestino de “muy grave y vergonzosa”.

En el mensaje de Pascua, el pontífice dijo que la situación en Gaza era “dramática y deplorable”. También hizo un llamamiento al grupo militante palestino Hamas para que libere a los rehenes que le quedan y condenó lo que calificó de “preocupante” tendencia al antisemitismo en el mundo.

“Expreso mi cercanía a los sufrimientos de todo el pueblo israelí y del pueblo palestino”, decía el mensaje. “Hago un llamamiento a las partes beligerantes: pidan un alto el fuego, liberen a los rehenes y acudan en ayuda de un pueblo hambriento que aspira a un futuro de paz”, se agregó.