El futuro del transporte ultrarrápido parece estar llegando a altísima velocidad, cortesía de DART AE, el revolucionario prototipo de avión hipersónico desarrollado por la compañía australiana Hypersonix. Este vehículo no es solo un avance en velocidad, sino que está diseñado para ser el primer avión hipersónico reutilizable del mundo alimentado con hidrógeno verde.

Su vuelo inaugural está programado para realizarse antes de fin de año, y el mundo aeroespacial lo espera con interés, respaldado por una reciente inversión de US$46 millones y la colaboración estratégica de la NASA y el Pentágono.

¿Qué es el DART AE y cómo alcanza Mach 12?

El DART AE (las siglas de “Additive Engineering”) es un prototipo de 3,5 metros de longitud cuyo objetivo principal es demostrar que con su diseño es posible alcanzar velocidades hipersónicas, es decir, superiores a Mach 5 (más de 6100 km/h).

La clave de su rendimiento reside en su motor de tipo scramjet (Supersonic Combusting Ramjet) de geometría fija que ha sido fabricado mediante impresión 3D.

A diferencia de los motores a reacción convencionales, el scramjet se activa cuando el avión ya se desplaza a velocidades extremadamente altas (por encima de Mach 5). Lo más innovador es que este motor (llamado Spartan) no tiene partes móviles; en cambio, usa la misma alta velocidad del avión para comprimir el aire que ingresa, mezclándolo con el combustible para iniciar la combustión y generar el empuje.

DART AE es un prototipo de un avión hipersónico capaz de llegar a Mach 12 (doce veces la velocidad del sonido) usando hidrógeno como combustible, por lo que no contamina

El prototipo DART AE está diseñado para alcanzar velocidades de hasta Mach 12, lo que se traduce en unos impresionantes 14.701 kilómetros por hora.

En su primera actividad de vuelo, el DART AE se concentrará en alcanzar Mach 7. Para lograrlo, será impulsado inicialmente a velocidad hipersónica a bordo del cohete HASTE de Rocket Lab, despegando desde las instalaciones de la NASA en Wallops, Virginia.

Hidrógeno verde

Históricamente, el vuelo hipersónico ha enfrentado enormes desafíos de ingeniería, pero el DART AE introduce una dimensión crítica: la sostenibilidad.

El SPARTAN usar hidrógeno verde como combustible en lugar de kerosene o hidrocarburos convencionales. Este tipo de hidrógeno se obtiene mediante electrólisis alimentada por energía renovable (solar o eólica), lo que garantiza un proceso de producción libre de emisiones contaminantes.

Al quemarse, el hidrógeno solo emite vapor de agua, lo que significa que el motor funciona sin liberar dióxido de carbono ni ningún otro contaminante. Esta característica convierte al DART AE en un hito, ya que su misión de prueba busca demostrar el primer vuelo hipersónico sustentable del mundo impulsado exclusivamente por hidrógeno verde. Esto representa un avance significativo hacia la aviación sostenible, reduciendo drásticamente la huella de carbono de la industria.

Desafíos extremos

Volar a Mach 7 o Mach 12 implica enfrentar condiciones extremas. Cuando un vehículo viaja a velocidad hipersónica, el principal problema es el calentamiento. El DART AE brillará con un calor rojo intenso y alcanzará los 1000 grados centígrados, lo que requiere el uso de materiales avanzados para que no se destruya por su propio vuelo. Mantener la electrónica sensible en el interior por debajo de su temperatura máxima con un espacio limitado es un desafío de diseño crucial.

El proyecto DART AE es un demostrador para recopilar datos y continuar avanzando hacia el objetivo a largo plazo de Hypersonix de alcanzar el vuelo sostenido a Mach 12. Si fuera un avión tripulado convencional, eso permitiría ir de Los Ángeles a Tokio en menos de 2 horas.

Además de los desafíos técnicos, el DART AE marca una transformación conceptual: para el comandante Ryan Weed, director del programa, implica un “cambio de paradigma: ver el ámbito hipersónico como un espacio para aeronaves, no solo para misiles y armas”.

La reutilización es otro factor clave. El uso de tecnología como la impresión 3D no solo permite geometrías complejas, sino que también posibilita la reutilización de los vehículos, lo cual es esencial para reducir los costos y aumentar la frecuencia de los vuelos futuros, abriendo la puerta a su comercialización.